Que pena y vergUenza nos causa todo esto a los ecuatorianos

El terrorismo es y ha sido siempre considerado entre las acciones más viles y cobardes en que puede incurrir un ser humano, ya sea actuando solo o idealmente con otras personas. Es vil, porque revela una condición de amoralidad despreciable, abyecta, torpe e infame que, ordinariamente, viola los deberes sociales contraídos; es pernicioso porque persigue y causa daños desproporcionados. En efecto el terrorismo pretende como sumo ideal de su obra, causar la mayor cantidad de daño que se pueda derivar de su pérfida acción y en su fanatismo irreflexivo e inhumano se solaza cuando conoce todo el alcance de la destrucción conseguida; y, es cobarde, porque el terrorista nunca actúa de frente y no puede hacerlo, porque no persigue daño a persona alguna como tal, sino a una generalidad de personas sin otro fin de provocar temores colectivos.

Consideramos que después de los atentados terroristas sucedidos últimamente en el país, llenando de sangre y dolor a los ecuatorianos, el voto cívico de mayor importancia que debemos hacer para beneficio de nuestra patria y nosotros mismos, es que los valores tradicionales vuelvan a ocupar el lugar que les corresponde en la escala moral en nuestra vida en común. ¡Si no lo hacemos nos acercamos violentamente a la desaparición como pueblo culto y pacífico!

Eco. Mario Vargas Ochoa