Los incumplimientos como socio estratégico en el área energética no son impedimento para que la empresa Petróleos de Venezuela S. A. (Pdvsa) mantenga su condición de proveedor selecto de Petroecuador en materia de derivados de crudo.

El pasado 8 de febrero, la empresa nacional adjudicó de manera directa a PDV Ecuador S. A. (una de las dos filiales que Pdvsa tiene en el país) un contrato por $ 19’797.044,47 para el suministro, por un año, de aceites, lubricantes, grasas y otros productos. El compromiso implica también la asesoría técnica y comercial y el transporte.

El contratista deberá elaborar los productos que forman parte de este proceso, envasarlos en sus diferentes presentaciones y transportarlos donde Petroecuador los requiera comercializar, bajo marca propia.

PDV Ecuador se compromete a utilizar la capacidad operativa de su planta para el proceso de mezclado y envasado de esos derivados. Este será el cuarto contrato que la petrolera estatal otorga en los últimos nueve años a su similar venezolana, a través de sus filiales.

Los tres anteriores se suscribieron en 2009, 2014 y 2016, con Pdvsa Ecuador (ver infografía). Si se incluye el proceso de compra que está por concluir, el desembolso de Petroecuador por la provisión de combustibles sumaría $ 113’874.234,56.

EXPRESO consultó a Petroecuador y a PDV Ecuador (filial que tiene su sede en Guayaquil) sobre por qué resulta conveniente la contratación de este servicio, frente a otros proveedores internacionales. Ninguna de las dos entidades respondió al requerimiento.

Según documentación del proceso subida al portal de Compras Públicas, Petroecuador justifica la nueva contratación con la filial de Pdvsa en los precios, “en un 20 % aproximadamente por debajo de las demás plantas” que se dedican a la mezcla y fabricación de lubricantes.

Todos los compromisos contractuales se han formalizado bajo el amparo de dos convenios binacionales suscritos en 2006: uno de cooperación energética entre los gobiernos de Ecuador y Venezuela, y otro de alianza estratégica entre Petroecuador y Pdvsa, para el desarrollo de actividades económicas de mutuo interés.

Los acuerdos entre los dos países sirvieron también de respaldo para otros proyectos de coparticipación petrolera, como la creación, en 2008, de las empresas de economía mixta Operaciones Río Napo, que hoy está en proceso de liquidación, y la Refinería del Pacífico Eloy Alfaro (RDP), cuyo plan de construcción de un complejo refinador no se ha vuelto realidad.

Pdvsa incumplió sus aportes como accionista en ambas compañías. En la primera tenía una participación del 30 %, en sociedad primero con Petroecuador y después con Petroamazonas; y en la segunda, el 49 %.

Este Diario solicitó al Ministerio de Hidrocarburos, a través de su dirección de Comunicación, un reporte sobre la situación en la que se encuentra Pdvsa como accionista en esas dos empresas del Estado. Hasta el cierre de este artículo no hubo respuesta.

El socio fallido de Petroecuador

En la empresa mixta Río Napo, la petrolera venezolana falló en sus obligaciones de aportar con capital. Por ejemplo, incumplió con la contribución de $ 32’273.148,82 millones del 2014 al 2016, como observó la Contraloría en un examen especial aprobado en julio de 2017.

Esto, según el ente de control, ocasionó que la compañía mixta no disponga de recursos para ejecutar proyectos y pagar obligaciones. En Refinería del Pacífico se ha presentado una situación similar en los últimos años. Auditorías de la Contraloría a los estados financieros de la empresa mixta dan cuenta de que en 2012 y 2013, mientras las aportaciones de Petroecuador eran en exceso, las de Pdvsa eran menores a las comprometidas. En 2015, la contribución de la estatal venezolana fue de $ 3’448.386, pero a través de compensación de acreencias (por servicios prestados).