Comunidades de la zona rural de la Costa suman al problema de las inundaciones la amenaza de quedarse aisladas por el colapso de puentes y vías de primer y segundo orden, también por efecto de las lluvias.

En la provincia de Los Ríos, dos días han pasado desde que se dañó la estructura del puente tipo bailey que conectaba los recintos El Barranco y La Industria, pertenecientes al cantón Urdaneta. Desde ese momento, los comuneros han solicitado ayuda a las autoridades, pero hasta ayer el panorama era el mismo: nadie podía cruzar y el nivel del río seguía en aumento.

Jefferson Chiriguayo, habitante de la zona, expresó que esto genera pérdidas para los agricultores que utilizaban el viaducto para transportar sus cosechas. El colapso del viaducto ocurrió el pasado fin de semana con la creciente del río que bajó desde las montañas y fue arrasando todo a su paso, relató.

La fuerza del agua y la palizada dañaron las bases del puente. Los pobladores han debido utilizar la vía alterna San Antonio - La Industria, aunque esta les resulta demasiado lejana.

A ese inconveniente el morador agregó que también tienen una carretera anegada en el lado del sector La Industria. El río Barranco llegó hasta el camino principal, complicando aún más la salida de los pobladores.

Los habitantes de recintos como Cristal y Salampe también se han visto afectados con la caída del puente por donde frecuentemente sacaban la producción agrícola. Ahora esperan que la Alcaldía y la Prefectura movilicen maquinaria de forma urgente para rehabilitar el paso.

En tanto, en la provincia del Guayas, el Municipio de Daule trataba este martes 25 de abril de retirar con una retroexcavadora los cientos de troncos y ramas que desde hace cinco días taponan y presionan el puente que une al centro del cantón con la parroquia urbana Banife, de esta localidad.

Esa misma situación viven los pobladores del cantón Salitre, ya que el puente que conduce al cementerio general está taponado desde hace una semana.

El fuerte invierno también ha pasado factura a los recintos Los Quemados, Jigual, Yurima, San Vicente Las Playas, El Salto y El Porvenir de Daule. “El 70% de los recintos está aislado y nadie de las autoridades se hace presente para ayudarnos. No hay trabajo porque todos los arrozales están bajo el agua”, detalló Carmen Castro, moradora del recinto Los Quemados.

La presidenta del gobierno parroquial de Juan Bautista Aguirre, de Daule, Elvira León Zúñiga, hasta el cierre de esta edición realizaba una evaluación para cuantificar los damnificados en los recintos El Porvenir, La Alborada y El Cruce.

En tanto, en el norte de la provincia de Santa Elena, las lluvias provocaron un socavón que cortó una vía secundaria. La Prefectura habilitó rápidamente un by-pass para que los comuneros puedan pasar.

El morador Ángel Zamora logró pasar en la mañana de ayer desde la comunidad de Olón hacia su propiedad agrícola en el recinto San Vicente de Loja, en el norte de Santa Elena, después de que el agua acumulada en el área causara que la tierra se desmorone y se forme un enorme socavón en la vía.

“Aquí años atrás taparon una tubería con cemento y por eso el agua no drenó y debilitó la tierra. Tremendo perjuicio que nos han hecho a nosotros porque la única vía que tenemos se dañó”, aseveró el comunero.

Las poblaciones que se afectaron por este daño fueron Olón, San Vicente de Loja y Río Blanco. Alrededor de 150 familias estuvieron por más de un día aisladas. “Al fin podemos pasar. Felizmente la Prefectura accionó de inmediato”, expresó la pobladora Glenda Briones.

El prefecto José Daniel Villao señaló este martes que hasta el momento no existen sitios aislados en toda la provincia.     (ER-TO-JL)