Allá, por 1616 en Ambato se daba inicio a la historia de la molienda. Los padres franciscanos, quienes llegaron a Ecuador en 1535, fundaron la primera molinera en Ambato.

Aún en la época de la colonia. Todo surgió ante la necesidad de enseñarles alguna actividad a la gente de ese entonces. De acuerdo al libro, ‘Molienda, historia de los molinos del Ecuador’, los padres franciscanos mantuvieron por muchos años la molinera y con ello también la historia del pan de Ambato.

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Las instalaciones eran rústicas. La fuerza del agua del río Ambato hacía funcionar dos piedras de moler que movían una sábana llamada criba. Ahí se recogía y se cernía el trigo para obtener la harina. Las máquinas con el tiempo fueron cambiando de acuerdo a la época y los dueños, según Raúl Lara, gerente general de la molinera más antigua del país.

La empresa ahora tiene su planta de producción y distribución en la zona industrial de la parroquia Santa Rosa en Ambato, pero conservan las máquinas de antaño. Lara mencionó que la molinera pasó por manos de varios propietarios desde su fundación. La descendencia de las hermanas María e Isabel Jáuregui son quienes siguen con la tradición.

El molino funcionó con un sistema mixto hasta el año de 1950, porque no siempre contaban con la fuerza del agua. La antigua planta está cerrada, pero conservan las maquinarias que han utilizado con el pasar del tiempo, hasta 1980 que se transformó en un molino eléctrico, dijo el gerente general.

Esta ruta también fue estratégica para unir a Ambato con la Costa, pasando por Guaranda y se la abrió con pico y pala. 

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