El ministro de Defensa Giancarlo Loffredo recibió la bienvenida a sus nuevas funciones en una ceremonia que se realizó este lunes 27 de noviembre en el Ministerio de Defensa, ubicado en el complejo ministerial de la Recoleta, centro sur de Quito. 

En el saludo al flamante ministro del presidente Daniel Noboa estuvieron presentes el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas general Nelson Proaño Rodríguez. El oficial estuvo acompañado de los comandantes de la Fuerza Terrestre, Naval y Aérea. 

"Estamos firmes velando por los más altos intereses nacionales e institucionales con el eterno ejemplo de nuestros héroes y líderes como modelo inspirador para seguir en beneficio de la patria", señaló Proaño. Lea además: "Daniel Noboa nombra a 16 ministros y deja cuatro carteras pendientes"

Además, reiteró que los 40.000 soldados de la institución militar están trabajando incansablemente por el bienestar y la tranquilidad de los 18 millones de ecuatorianos en todo el territorio nacional.

Por su parte el ministro Loffredo también agradeció a las Fuerzas Armadas "porque por ustedes nos levantamos cada día con la fe puesta de que volveremos a ser la tierra de paz que acostumbrábamos, a ser el país pide paz y tenemos una sola causa salvar al Ecuador y devolverle la libertad a todos".

El ministro recordó también que hay un solo enemigo, la delincuencia. Dijo que es el dolor el que ha hecho entender que la única forma de vencer es con la unión de todos. "Estoy aquí dispuesto a luchar hombro a hombro con ustedes porque debemos unir nuestras fuerzas, ninguna experiencia es mala, ninguna persona sobra y todo conocimiento con generosidad con la causa es necesario".

Anunció que como ministro de Defensa quiere estar cerca de los uniformados, visitar los repartos, escuchar lo que tienen que decir y las experiencias que desean compartir. Adicionalmente les solicitó que sean apoyo no solo para el ministro que hoy enfrenta también una gran tarea sino el de toda la patria que quiere levantarse con gloria. Para finalizar les dijo a los militares que a la tarea de protección de la soberanía deben sumar con urgencia las actividades de protección a los ecuatorianos porque la misión es grande y el tiempo es corto.

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