De acuerdo al equipo de comunicación del presidente electo, Daniel Noboa, una de las primeras demandas ante el presidente saliente, Guillermo Lasso, es ser parte de la sesión de Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe) pedido que según expusieron es urgente y será concedido.

Así también, lo expuso en sus redes sociales; donde publicó que requiere “de un informe sobre la situación del país y de las acciones llevadas a cabo por las autoridades de Inteligencia, Fuerzas Armadas y Policía Nacional. El objetivo es comenzar a restituir la paz a las familias ecuatorianas”, divulgó Noboa.

Sin embargo, el ministro del Interior, Juan Zapata, le confirmó a EXPRESO que por ahora “no se ha tratado de seguridad con la contraparte”, esto en referencia a la reunión del pasado martes 17 de octubre entre el posible gabinete de Noboa con parte del gabinete de Guillermo Lasso en Carondelet.

Lo propio con la fecha tentativa para la cita de seguridad, Zapata señaló que aún no hay convocatoria para el Cosepe y que recién ahí se expondrá la situación del país en esta materia como parte de la transición.

Por lo general las reuniones del Cosepe se dan los lunes cada 15 días o a veces, cada siete días según la importancia de algún hecho violento que se haya generado en el país.

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Para el abogado penalista Julio César Cueva, el pedido de Noboa es una ‘acción de cajón’ que debe hacer el mandatario entrante “le guste o no el tema de seguridad, debe ser una prioridad” y comprende que en la primera reunión de contacto con el gobierno saliente no esté acompañado por gente experta en temas de seguridad debido a que es un tema que se debe analizar profundamente.

“Creo que en la reunión del Cosepe es donde debe llevar a una o dos personas, pero si es que se le permite porque son reuniones a puertas cerradas bajo estrictas reglas de confidencialidad y no sé si por reglas pueda llevar a personas que no están con un nombramiento”.

No obstante, en el plan de gobierno presentado por la agrupación que llevó a Noboa hasta Carondelet: Acción Democrática Nacional (ADN), detalla en siete páginas un proyecto en el que apunta a la prevención del delito para disminuir la criminalidad en Ecuador pero en un periodo de varios años.

El enfoque es de tres ejes, el primero es en fortalecer el sistema de seguridad ciudadana e involucrar a las comunidades a temas preventivos, luego una protección apoyada en la ciberseguridad y tercero intervenir en la infraestructura carcelaria.

Para el experto en seguridad pública Daniel Pontón, antes de las reuniones, el nuevo mandatario debe primero “ubicar cuadros civiles, que no se dejen secuestrar por visiones de policías y militares porque priman los intereses corporativos y eso es un problema”.

Pontón agregó que necesitan capacidades ejecutivas nuevas porque las que actualmente    existen en la policía y los militares “son operativas pero cero estrategia”. Lo que significa que debe “refrescar completamente los cuadros”.

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