En cuanto a la crisis en el país, se destacan las decisiones del gobierno que navega contra la corriente. La fractura de PAIS, de corazones ardientes, donde la pasión se consumió rápidamente con presuntos actos de corrupción, cambios de su plataforma política donde la balanza se inclina hacia el Ejecutivo que busca conformar su propio movimiento.

La falta de credibilidad en autoridades de control, judiciales, legislativas y de participación plantean necesidad de cambios, que en 2018 en consulta un “sí mayoritario” determinará las alternativas para superar aquella revolución que no pasó de ser una crisis de adolescencia, un sarampión que debe curarse.

Francisco Landucci Carballo