Los sindicatos anunciaron este viernes 23 de diciembre  la suspensión de la huelga de revisores de tren prevista para el fin de semana de final de año, al aceptar la oferta que la empresa estatal SNCF presentó la pasada noche.

"Se dan todas las condiciones para que el conjunto de los revisores reanude el trabajo", afirmó la SNCF en un comunicado.

Sin embargo, el acuerdo llega tarde para la huelga que comenzó hoy viernes 23 de diciembre y se extenderá durante el fin de semana de Navidad, ya que es muy complicado volver a programar los trenes ya suspendidos, según había reconocido anteriormente el ministro de Transportes, Clément Beaune.

Aproximadamente un 40 % de todos los trenes de alta velocidad de larga distancia han quedado suspendidos durante estos tres días, con varios cientos de miles de personas afectadas.

El acuerdo aumenta ligeramente una primera propuesta económica prometida (de 600 a 720 euros), prevé incorporar la plantilla de revisores (de 350 incorporaciones en 2023 a 600) y promete un mejor seguimiento de la carrera profesional de los revisores.

La primera ministra, Élisabeth Borne, señaló su satisfacción por el acuerdo y destacó que "el diálogo social permite siempre encontrar el mejor camino para todas las partes".

El pacto fue cerrado por la SNCF y los cuatro sindicatos con mayor presencia en la empresa, a pesar de que el paro había sido lanzado por un colectivo de revisores fuera de la estructura sindical.

El acuerdo llegó tras una importante presión por parte del Gobierno, con declaraciones de varios ministros, para encontrar rápidamente una solución, ya que la huelga amenazaba con dejar sin vacaciones navideñas en familia a cerca de un millón de franceses.

Muchos de los afectados encontraron alternativas en autobuses, automóviles compartidos o de alquiler e incluso aviones, pero otros han tenido que renunciar a las reuniones familiares de Navidad