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Los restos de Benedicto XVI reposarán en las grutas vaticanas, donde están enterrados los papasefe

Las peculiaridades del funeral de Benedicto XVI

Para este jueves 5 de enero, habrá menos autoridades, unas exequias presididas por un papa 'reinante' y poca representación política

Con la muerte de Benedicto XVI, el primer papa que renunció a su cargo en seis siglos de historia, el Vaticano ha tenido que idear una capilla ardiente y un funeral para el que no existía un protocolo y que resultará algo diferente del de sus antecesores.

Menos autoridades, unas exequias presididas por un papa "reinante", poca representación política... estas son algunas de las claves de la despedida del pontífice emérito, que celebrará el papa Francisco este jueves 5 de enero, a partir las 09:30 en la plaza de San Pedro.

 

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Benedicto XVI, despedido por miles de fieles

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Benedicto XVI dejó de ser Jefe de la Iglesia católica y del Estado Vaticano tras su renuncia en febrero de 2013 y, por tanto, no se celebrará un funeral de Estado. Las únicas delegaciones oficialmente invitadas son las de Italia y Alemania, su país natal, mientras que el rito será muy similar al tradicional propio de los pontífices, pero con "adaptaciones".

 

La anomalía de tener a dos papas en el Vaticano ha supuesto que Francisco sea el encargado de oficiar las exequias de su predecesor, pero había un precedente histórico: en 1802, Pío VII celebró en la plaza San Pedro un funeral por Pio VI, cuyos restos llegaron a Roma desde Francia después de su muerte, tres años antes, como prisionero de Napoleón.

 

El Vaticano solo ha convocado a dos delegaciones de forma oficial, las de Italia y Alemania (el país natal de Joseph Ratzinger). El resto de autoridades acudirán a título personal, entre ellas la reina emérita de España, doña Sofía, y el rey Felipe de Bélgica. Portugal, Polonia, Eslovenia y Hungría enviarán a sus presidentes mientras que Francia y Colombia estarán representados por ministros.

La basílica de San Pedro en el Vaticano acoge por segundo día la capilla ardiente del papa emérito Benedicto XVI, fallecido el pasado sábado a los 95 años.

La capilla ardiente de Benedicto XVI abre por segundo día en espera del funeral

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Tampoco EE.UU. ha confirmado la presencia de un enviado de la Casa Blanca, a pesar de que Joe Biden es el segundo presidente católico en la historia del país.

 

En 2005, durante el funeral de Juan Pablo II, los alrededores de la plaza San Pedro recibieron a 300.000 personas. En esta ocasión, las autoridades esperan la llegada de unos 60.000 fieles, aunque el dato real podría ser mayor, pues por la capilla ardiente han pasado más de 160.000 personas cuando las predicciones eran de unas 100.000.

 

Los restos de Benedicto XVI reposarán en las grutas vaticanas, donde están enterrados los papas, y lo harán en la antigua tumba de Juan Pablo II. Aquí no habrá cambios de protocolo: como manda la tradición, será acogido por tres féretros, uno de ciprés forrado de terciopelo carmesí, otro de plomo y, finalmente, uno de madera de olmo.