Al menos 613 personas murieron y 948 resultaron heridas en lo que va de año debido a la violencia en Somalia, la cifra más alta en cinco años, denunció la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, que también condenó los posibles crímenes de guerra de la organización yihadista Al Shabab.

Al menos 315 muertos y 686 heridos fueron víctimas de artefactos explosivos improvisados, la mayoría de ellos en atentados atribuidos a Al Shabab, destacó un comunicado de la oficina dirigida por el alto comisionado Volker Türk, donde también se señaló como perpetradores de esta violencia a fuerzas estatales y milicias tribales.

"Este año ha puesto fin a una tendencia generalizada a la baja en muertes y heridos desde 2017", lamentó en el comunicado Türk, quien pidió a todas las partes que garanticen la protección de los civiles.

Entre los recientes ataques de Al Shabab destacan atentados suicida con explosivos como el que causó 121 muertos cerca del Ministerio de Educación en la capital somalí, Mogadiscio, el pasado 29 de octubre.

El comunicado también denunció ataques de la organización terrorista contra objetivos civiles tales como pozos, viviendas, puentes o al menos once escuelas.

"Atacar deliberadamente civiles o destruir infraestructuras indispensables para esta población constituye un crimen de guerra de acuerdo con la ley internacional, y debe detenerse", destacó Türk en la nota oficial.