El secretario general de la ONU, António Guterres, urgió este viernes a los talibanes a detener su ofensiva y negociar con el Gobierno de Afganistán, avisando que si toman el poder por la fuerza se verán abocados a más guerra o a un total aislamiento internacional.

"El mensaje de la comunidad internacional a quienes están en pie de guerra debe ser claro: tomar el poder por la fuerza militar es una propuesta perdedora. Eso sólo puede llevar a una guerra civil prolongada o al total aislamiento de Afganistán", señaló Guterres en declaraciones a los periodistas.

El jefe de Naciones Unidas advirtió del "tremendo daño" que están causando los combates en las ciudades afganas y recordó a las partes que atacar a civiles puede suponer crímenes de guerra por los que deberían rendir cuentas.

Guterres, recién regresado a Nueva York tras varios días fuera de su oficina, convocó a los medios para subrayar la dramática situación en Afganistán y hacer un llamamiento al diálogo.

"Espero que las discusiones en Doha, Catar, entre representantes de la República Islámica de Afganistán y los talibanes, apoyados por la región y la comunidad internacional, restauren el camino a un arreglo negociado del conflicto. Sólo una solución política negociada bajo el liderazgo de afganos puede asegurar la paz", insistió.

A los insurgentes, Guterres les recalcó que es "momento de detener la ofensiva" y de «empezar negociaciones serias".

Según dijo, la ONU está comprometida a apoyar esa salida, promover los derechos de todos los afganos y dar ayuda al cada vez mayor número de civiles que la necesiten.

En ese sentido, avisó que las necesidades humanitarias "crecen cada hora", con hospitales desbordados, carencias de comida y alimentos y con infraestructuras básicas destruidas.

"Un conflicto urbano continuado supondrá que continúa la matanza, con los civiles pagando el mayor precio", dijo el diplomático portugués, que recordó a las partes que están obligadas a proteger a esa poblacón civil.