La coalición de derechas que gobierna Italia confirmó hoy lunes 15 de mayo de 2023 su predominio en las elecciones locales, conservando ayuntamientos de importantes ciudades como Imperia o Treviso y ponerse por delante en la única capital regional en juego, Ancona, aunque en muchos otros lugares hará falta una segunda vuelta a final de mes.

Los comicios en 595 municipios, entre estos trece capitales, se han visto marcados de nuevo por una participación a la baja, el 59,03 % del censo, dos puntos menos que en los anteriores de 2018, cuando fue del 61,22 %, según el Ministerio italiano del Interior.

Se trata de un nuevo termómetro electoral para la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, al frente del Gobierno derechista desde octubre aliada con el ultraderechista Matteo Salvini y el conservador Silvio Berlusconi, pero también para la nueva líder del progresista Partido Demócrata (PD), Elly Schlein, elegida a finales de febrero.

Con el escrutinio aún abierto en casi todas las plazas desde que cerraran los colegios electorales a las 15.00 horas locales (13.00 GMT), la atención está puesta especialmente en la única capital regional en juego, Ancona (centro), así como en doce capitales de provincia: Brescia, Sondrio, Treviso, Vicenza, Imperia, Massa, Pisa, Siena (norte), Terni, Latina, Teramo (centro) y Brindisi (sur).

Aunque en la mayoría hará falta una segunda vuelta por no alcanzarse mayorías, que se celebrará los 28 y 29 de mayo.

Por el momento, según los primeros datos, la derecha revalidará su mandato en Treviso con su candidato a alcalde Mario Conte (65,7 %); en Imperia, con el exministro Claudio Scajola (61,7 %); y en Sondrio con Marco Scaramellini (54,7 %).

Asimismo arrebataría a la izquierda del PD y al Movimiento Cinco Estrellas el consistorio de Latina, donde la candidata derechista, Matilde Eleonora Celentano, lleva una fuerte ventaja, en el 70,3 %.

Y lo mismo podría ocurrir con Ancona, donde el candidato conservador, Daniele Silvetti podría acabar con el tradicional predominio de la izquierda (con cerca de la mitad de votos contados, se sitúa en el 45,8 %, lo que requeriría de una segunda vuelta).

Uno de los objetivos de Schlein era reconquistar dos feudos de la izquierda que cayeron en 2018 en manos de Salvini, las toscanas Pisa y Siena, y podría lograrlo parcialmente.