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Diez muertos deja tiroteo racista en un supermercado de Búfalo, en Nueva York

Cuatro de las víctimas eran trabajadores del supermercado, uno de ellos un guardia de seguridad

Fotografía de archivo que muestra la escena de un tiroteo en EE.UU.
Fotografía de archivo que muestra la escena de un tiroteo en EE.UU.EFE
Policías escoltan a Frank James, prinicpal sospechoso del tiroteo en el Metro de Nueva York, este 13 de abril de 2022.

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Al menos diez personas murieron este sábado y otras tres resultaron heridas -en su mayoría negras- en un tiroteo por "motivaciones racistas" protagonizado por un joven blanco ocurrido en un supermercado de la localidad estadounidense de Búfalo (Nueva York), según el comisionado de policía del condado, Joseph Gramaglia.

Gramaglia confirmó en una rueda de prensa que el tirador, un joven blanco de 18 años, iba fuertemente armado y ataviado con equipo militar antibalas.

Cuatro de las víctimas eran trabajadores del supermercado, uno de ellos un guardia de seguridad.

De acuerdo con el comisionado, que subrayó que las evidencias apuntan a que el atacante tenía motivos racistas, once de las víctimas eran negras y dos de ellas blancas.

Según su relato, el atacante viajó varias horas hasta llegar al supermercado "Tops", situado cerca del centro de esta localidad del extremo norte de Nueva York, hacia las 14.30 hora local (18.30 GMT).

Cuando salió de su vehículo "estaba muy fuertemente armado con equipo táctico. Llevaba puesto un casco militar y llevaba una cámara que estaba transmitiendo en vivo lo que estaba haciendo".

En el aparcamiento del centro comercial disparó contra cuatro personas, de las cuales tres fallecieron, y luego entró al local, donde siguió disparando.

En el interior, el guardia de seguridad, un policía retirado, trató de detenerlo realizando varios disparos contra el atacante que impactaron en el equipo protector que llevaba puesto.

El asaltante acabó con la vida del guardia y siguió disparando contra otros clientes y trabajadores hasta que llegó la Policía.

Cuando llegaron los agentes, el agresor se dirigió a la entrada de la tienda y se colocó su propia arma en el cuello, pero después de que los agentes hablaran con él, se despojó del equipo que llevaba puesto y se rindió.