En el año 2020, por amotinamientos en las cárceles de Ecuador, hubo 103 reos muertos, según la Defensoría del Pueblo. Y solo ayer, 23 de febrero de 2021, se registraron 79 privados de la libertad asesinados, es decir, más de la mitad del total de muertes en las prisiones, del año pasado. Esta última cifra puede aumentar, debido al estado crítico de decenas de heridos.

Estas cifras evidencian que el aumento de muertes violentas en el interior de las cárceles del país es progresivo, cada año.

Desde al menos los últimos tres años, las autoridades han venido señalando e informando que las pugnas sangrientas en las penitenciarías se deben a enfrentamientos entre grupos criminales que se disputan el poder. Dos estas bandas, los más conocidos y mencionados por las autoridades son Los Choneros y Los Lagartos.

Las autoridades también han dicho que los amotinamientos tanto en la Penitenciaría de Guayaquil como en la Regional  Latacunga y El Turi, están conectados. Esas tres cárceles acogen al 70 % de la población carcelaria, según detalló en rueda de prensa Edmundo Moncayo, director de el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI).

Pero la violencia no se queda estancada en el hacinamiento del 34,30 % del sistema carcelario (hay alrededor de 39.569 personas privadas de la libertad frente a 29.463 plazas disponibles). Sino que sale de ahí y afecta gravemente a la ciudadanía común. 

De acuerdo a un anuncio que dio el año pasado, quien para ese entonces era comandante de la Policía de la Zona 8, César Zapata, el 75% de las muertes de carácter criminal que se comenten en Guayaquil, Durán y Samborondón, son a manos de personas que han estado en los centros penitenciarios. Y hasta enero de este 2021, solo en Guayaquil, se registraban 47 muertes violentas.

¿Centros de rehabilitación social o escuela de sicarios?

Lo cierto es que cuando los reos quieren realizar amotinamientos, la situación en las prisiones se torna incontrolable y las fuerzas de seguridad sufren por parar el caos y la sangre. Ni siquiera los estados de excepción impuestas en las prisiones ha logrado que estas revueltas paren y con ella los muertos.

Las autoridades, como ayer lo mencionó el director de la SNAI, una vez más, han venido manifestando que tienen un déficit de miembros de seguridad en las cárceles. Hay alrededor de 1.489 guías que están al cuidado de 39.569 presos en Ecuador.

“Tenemos un déficit de casi 70 % de personal de seguridad en las prisiones”, indicó ayer Edmundo Moncayo.

¿Cuál es la solución?

Ayer el jefe de la SNAI respondió, ante esta interrogante hecha por los medios de comunicación, que una gran parte de la solución puede ser la ejecución de una planificación que, como organismo regulador de las prisiones, han presentado a la Corte Constitucional.

“Es un plan de cuatro parámetros a trabajar: educación, capacitación de los cuerpos de seguridad, infraestructura y trabajar en el marco legal", enumeró. Además hizo énfasis en que sin presupuesto, no se puede hacer realidad este proyecto.