La mitomania: politica de Estado
Con el pasar de las semanas y los meses se va descubriendo cada vez más el velo de corrupción, cinismo, y opacidad en el quehacer del gobierno del economista Correa. Se han colmado las medidas a tal punto de poder afirmar, sin propósito de escandalizar, que se inauguró la mitomanía como política de Estado, entendiéndose a esta como la compulsión a mentir, utilizando una seudología fantástica, como la propaganda del milagro del jaguar americano. La mitomanía, debemos añadir, es un trastorno sicológico que lleva al mitómano a contar mentiras en forma compulsiva, a armar una realidad imaginaria sin beneficio de verificación para sustentar, en este caso, un argumento político.
Uno de los temas relevantes, y de actualidad fue la mañosería de rebajar el porcentaje aplicable de la deuda pública al límite del 40 % establecido por ley. Para ello se argumentó que la deuda se dividía en tramos que a la postre resultan ser internos o externos, donde las obligaciones internas (fundamentalmente los pasivos con el Banco Central y el IESS) no cuentan, como tampoco cuentan los anticipos por ventas de petróleo, los certificados de Tesorería y las cuentas impagas por todos los conceptos. Esta argucia permitió contratar deuda al gobierno anterior y al actual en forma ilegítima, por montos superiores a los US$ 10.000 millones. Para colmo se mantiene hasta la fecha la vigencia del decreto improcedente que permitió tales abusos, hoy tipificados como delitos, pues el manejo de la deuda pública es otro de los actos de estulticia gubernamental que están pasando serias cuentas a los ecuatorianos.
Se justificó que la metodología era la del FMI. Aquella afirmación fue cuestionada de inmediato por opiniones calificadas, y hoy la misma institución ha negado rotundamente tal falacia al declarar taxativamente que la forma de llevar la contabilidad de la deuda en Ecuador no es procedente.
El presidente está en la obligación de derogar el decreto. Adicionalmente, la ministra de finanzas debe, corrigiendo su error previo, aceptar que la deuda pública ha sobrepasado con creces el límite legal y que se tienen que producir los remedios que manda la ley para el manejo idóneo y legal del crédito del Estado.