En el último año, en al menos tres ocasiones, un micrófono ha sido protagonista de momentos incómodos para las figuras políticas del país. Desde consultas a último minuto de asambleístas hasta impasses del presidente Lasso en un discurso, EXPRESO hace un repaso de los episodios incómodos de los políticos nacionales con los micrófonos.

El caso más reciente sucedió el 9 de octubre de 2022, cuando el presidente Guillermo Lasso se disponía a iniciar su discurso por los 202 años de Independencia de Guayaquil. Tras la ovación del público por la intervención de la alcaldesa de la urbe, Cynthia Viteri, el mandatario tomó el podio y, de manera pausada, arrancó su discurso.

Cuidando cada palabra, Lasso empezó destacando que "esta fecha brinda la maravillosa oportunidad de celebrar nuevamente a Guayaquil y a nuestra historia...". De repente, sin siquiera terminar la frase, el mandatario regresa a ver a su edecán y le indica que "el pronter está al revés, vea". Inmediatamente, sin sospechar que el micrófono le jugó una mala pasada, el mandatario continuó sin inconveniente alguno.

Otro político evidenciado por un micrófono es el asambleísta del movimiento Ecuatoriano Unido, Marco Troya, que, durante la votación del informe que recomendó el archivo del juicio político en contra del Consejo de la Judicatura, realizó una llamada de último momento.

Mientras el secretario de la Comisión de Fiscalización repasaba el voto de cada uno de los legisladores, Troya se encontraba atendiendo una llamada telefónica. De repente, al ser consultado por su votación, el asambleísta rompió el silencio y susurrando empezó a preguntar varias veces "¿A favor o en contra?".

Pese a sus esfuerzos de no ser escuchado (incluso se tapó la boca por si le leían los labios), el micrófono escuchó la inquietud de Troya. En su momento, Troya señaló a este Diario que estuvo distraído "y le estaba preguntando a mi asesor. Él estaba conectado conmigo. (....) Ni a mi mujer le consulto lo que hago".

Otra víctima del micrófono fue la legisladora de Pachakutik, Mireya Pazmiño, que, en la segunda sesión de la comisión que investiga la desaparición y muerte de María Belén Bernal, el 7 de octubre de 2022, no pudo contener su descontento ante la inasistencia de las autoridades convocadas a la mesa legislativa.

La sesión transcurría y, para ese momento, los funcionarios convocados no habían llegado a la Comisión. De repente, Pazmiño se acerca a la presidenta de la comisión, la asambleísta Ana Herrera, y se susurra que "para el punto número 2 (de la sesión) mandamos a la mierda a todas esas autoridades". Luego, sin reparo alguno, Pazmiño se retiró de la sala donde estaba sesionando la mesa legislativa.

Pazmiño, consultada por este Diario, indicó que en lo sucedido responde "a la impotencia del quemeimportismo y frialdad de las autoridades nos indigna a todos, porque las principales autoridades no han comparecido". Asimismo, indicó que ella ha sido estigmatizada por haber insultado cuando "estamos en un país en la que una autoridad hombre dice 'ya que chucha' y a él sí se lo aplaude".