A todos les preocupa la corrupción, la crisis económica y la emergencia sanitaria en el Ecuador. Los habitantes de Quito, sin embargo, creen que todos esos problemas son graves, pero no tanto como la creciente falta de empleo en la ciudad.

Los resultados de diferentes encuestadoras muestran que a Quito -y en general a Pichincha- le alarma más que otros temas el desempleo. Guayaquil, Cuenca, Manta y Ambato priorizan la emergencia derivada por la propagación del coronavirus y hasta los casos de corrupción del Gobierno anterior y las denuncias del actual.

¿La razón? En la capital se ha sentido, según datos de la Cámara de Comercio de Quito, la mayor crisis económica por el cierre de empresas, falta de ventas y hasta despidos del sector público. A septiembre, la capital registraba una tasa de empleo adecuado solo del 36,1 %. El empleo inadecuado -en su mayoría de trabajadores independientes- superó el 46,9 % y el desempleo el 15,3 %. En otras palabras más de la mitad de quiteños no tiene un empleo seguro.

Lo dicho ha generado un elevado número de personas en el comercio informal y la mendicidad que se hace aún más evidente en las últimas semanas del año.

Esas actividades desesperadas por obtener recursos son focos de contagio de COVID-19. Esa es una de las razones por las que los casos confirmados en la ciudad se dispararon desde el paso al semáforo amarillo de la movilidad en junio. El crecimiento fue aún mayor luego del fin del estado de excepción que decretó el presidente Lenín Moreno a inicios de septiembre.

Según la Secretaría de Salud del Municipio de Quito, la ciudad tiene unos 1.914 casos nuevos cada semana. Las principales zonas de contagio son precisamente los espacios de comercio informal.

La Cámara de Comercio entiende la situación sanitaria pero también cree que es un momento crítico para reactivar la economía formal. Sobre todo, dice su estudio, porque los datos que exhibe el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) tienen observaciones.

A los cambios de metodología en medio de la emergencia sanitaria se suma una valoración novedosa. El gremio empresarial pide que las autoridades del INEC expliquen porqué ciudades como Quito son solo la mitad de la muestra nacional cuando su tamaño y número de habitantes es mayor que urbes como Cuenca que tiene más relevancia en los datos.

Las restricciones impuestas por el Gobierno para las últimas semanas del año también podrían tener efectos negativos, afirman los empresarios.