El Gobierno dio inicio a un plan para entregar a un inversionista privado la operación y administración de la refinería de Esmeraldas, el mayor complejo de refinación de crudo del país, aquejado por serios problemas técnicos, a pesar de que el régimen anterior destinó más de $ 2.200 millones en un fallido proyecto de repotenciación.

Ayer, mediante un decreto ejecutivo, el presidente Lenín Moreno autorizó, con carácter excepcional, la delegación a la iniciativa privada de la gestión conjunta de la refinería con Petroecuador.

El mandatario asignó algunas responsabilidades al Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables en este proceso. Esa cartera deberá garantizar los procedimientos y condiciones acordes con la Constitución y la ley, determinar la modalidad de delegación que más favorezca a los intereses del Estado y llevar a cabo las acciones jurídicas y administrativas requeridas para el efecto.

De acuerdo con el decreto, la empresa privada tendrá que realizar los estudios e inversiones necesarios, por su cuenta y riesgo, para el mejoramiento de la calidad de los combustibles, la implementación de un tren de alta conversión, el mejoramiento de su eficiencia y reducción de emisiones.

De esta manera, según el documento, se asegurará al país el suministro continuo de derivados de hidrocarburos bajo estándares internacionales de operación y calidad, y estrictas normas ambientales.

El propósito es entregar esta delegación a una empresa internacional de prestigio, previamente calificada por el Ministerio de Energía y Recursos No Renovables, señaló a EXPRESO René Ortiz, titular de esa cartera, quien entregó más detalles sobre el proceso que se desarrollará bajo esta figura.

A más de la administración y operación, el inversionista tiene el encargo de construir en Esmeraldas un nuevo tren de refinación de alta conversión, de al menos 40.000 barriles diarios de petróleo. Esta refinería tomará todos los combustibles del denominado fondo de barril, que tienen un bajo valor en el mercado, y los recompondrá para sacar combustibles blancos para destinarlos al mercado de consumo, indicó Ortiz.

El ministro anunció que en los próximos 30 días el Gobierno convocará a una licitación internacional para escoger a la firma privada, que deberá hacer una inversión de al menos $ 2.600 millones. “La duración de este contrato en la modalidad de delegación sería de aproximadamente 25 a 30 años”.

Ortiz aclaró cuáles serán los roles de los actores estatales bajo esta figura de delegación. “Petroecuador es el dueño del patrimonio industrial llamado refinería de Esmeraldas, en representación del Estado. El Ministerio de Energía es el que dirige todo este proceso, controla y regula a través de la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales No Renovables, que está operativa desde la semana pasada”, explicó.

La autoridad de Energía mencionó que ya hay compañías interesadas en esta iniciativa, pero evitó mencionar sus nombres.

LA CIFRA

$ 2.600 millones es el monto que deberá invertir la firma privada escogida para la delegación.

CONSIDERANDOS

• Aplicación. Para este procedimiento de delegación excepcional cuando la refinación se encuentra en ejecución, se aplican normas del Código Orgánico de la Producción, Comercio e Inversiones y del Código Administrativo, dice el decreto.
• Recomendación. El pasado 14 de enero, Petroecuador notificó que para los próximos años la entidad no cuenta con recursos para poner en marcha proyectos de gran magnitud, por lo que recomendaron delegar a la iniciativa privada la gestión en la refinería.
• Aval. El Ministerio de Finanzas emitió dictamen favorable al proyecto de decreto ejecutivo. Pero aclaró que la autoridad pertinente deberá solicitar el dictamen de los contratos que surgieren por efecto de la aplicación del decreto.