No hubo abrazos para desearse felices pascuas; todo cambió por llanto, desconsuelo y desolación. La familia Ormaza Fallain llora desde el 24 de diciembre la muerte de uno de sus integrantes, Jesús Javier, un niño de 12 años que fue alcanzado por un proyectil.

Según la versión de los familiares y moradores del sector, aproximadamente a las 21:30 del sábado 24 de diciembre “el pequeño Jesús” salió de casa a comprar unos dulces con el dinero que le había obsequiado su madre. En el trayecto hacia una tienda, el menor decidió desviarse para ir a comprar una salchipapa, uno de sus platos de comida favoritos.

El lamentable hecho se dio luego de que Jesús llegó al local de comidas rápidas, ubicado a dos cuadras de su vivienda, en el cantón Sucre, en Manabí, una localidad considerada por las autoridades policiales como conflictiva, por las disputas por territorio para la venta de droga.

El menor, según reveló un familiar que prefirió el anonimato, ya estaba esperando su pedido cuando aparecieron dos sujetos a bordo de una motocicleta que disparaban “a diestra y siniestra, de forma descontrolada”. Aparentemente, según versiones de los moradores del sector, el acto era parte de una persecución entre antisociales.

“Dos disparos le dieron a mi sobrino, uno en un pie y otro en un brazo y que terminó alojándose a la altura del tórax. Nos llegaron a avisar lo que había pasado y salimos al lugar”, narró entre lágrimas la mujer, que aseguraba no “entender lo que le han hecho a un niño”.

Tras la noticia del hecho, suscitado a dos cuadras de la vivienda del menor, los familiares salieron “de forma desesperada al lugar”. Al llegar vieron a Jesús en medio de un charco de sangre, pero aún respiraba y tenía signos vitales. Con la intención de salvar su vida lo llevaron a una casa de salud local. Lamentablemente, poco después se confirmó su deceso.

Jesús no fue el único afectado por los disparos. Un proyectil impactó la espalda de otro menor de 13 años. Sin embargo, este no sufrió mayores afectaciones en su salud. Ya fue dado de alta y está en casa.

“Bahía de Caráquez está viviendo los peores momentos de su historia . Hoy fue mi sobrino, ¿mañana quién será? Señor presidente Guillermo Lasso, tome cartas en el asunto. Estamos viviendo días difíciles”, exclamó la mujer con coraje y dolor.

Los allegados detallaron a EXPRESO que el menor, que tenía capacidades diferentes, estaba cursando el sexto año de educación básica en una escuela del cantón Sucre. Sus familiares lo describieron como un niño que tenía “sueños por delante, quería ser profesional, pero lamentablemente en un momento todo eso quedó en la nada”.

El cuerpo del infante fue retirado al mediodía de ayer desde el Centro Forense de Manta. Los deudos pretendían llevarlo hasta el norte de Manabí para las honras fúnebres. En medio del dolor dijeron que no tenían claro si colocarán o no la denuncia por el caso. “Dios sabe cómo actúa frente al proceder de las personas, confiamos en Él”, expresó la tía del niño.