Luz verde al ‘Proyecto Delta’

Luz verde al ‘Proyecto Delta’

La obra se construirá en el primer semestre del 2019. Contempla ciclovía, peatonales y circuitos ecológicos. Nació como propuesta de la Universidad.

Lo que en julio del año pasado fue lanzado como un proyecto que buscaba darle vida y mejorar el panorama de la avenida Delta, por donde a diario circulan decenas de estudiantes de la Universidad de Guayaquil, finalmente se hace realidad.

Tras varios estudios realizados por el establecimiento, el Municipio y la Autoridad de Tránsito Municipal, esta propuesta (denominada ‘Proyecto Delta’), que fue lanzada por la facultad de Arquitectura poco después de que el Cabildo levantara una baranda en medio del parterre central para impedir el paso de los alumnos, ordenar su ruta y evitar accidentes; fue anunciada el jueves por el alcalde Jaime Nebot en el plan de obras del 2019, a ejecutarse en el primer semestre.

El arquitecto Héctor Hugo, docente y director de la idea, mencionaba hace poco que solo restaba que las partes (Municipio y universidad) firmasen el convenio que pacte y establezca la fecha oficial del inicio de labores.

“Solicitaré al alcalde que me reciba en los próximos 10 días para definirlo. Ya está prácticamente todo listo”, dijo Roberto Passailaigue, presidente de la Comisión Interventora de la Universidad de Guayaquil; mientras Wilfrido Matamoros, gerente de la fundación Siglo XXI, adelanta a su vez que tienen incluso los fondos, para arrancar inmediatamente.

“Ojalá y las labores puedan ejecutarse pronto, en enero mismo. La iniciativa plantea cambiar por completo nuestro entorno, dotándonos de sombra, nuevas veredas, seguridad peatonal. Y hasta nos permite compartir más con las comunidades aledañas”, piensa Iván Guerrero, alumno.

El jueves, el alcalde Nebot mencionó que en enero se firma la contratación de la obra y esta comienza a ejecutarse en febrero.

Según los planos, el ‘Proyecto Delta’ (cuyo costo de inversión, que bordea los $ 4 millones, será asumido por el Cabildo) apunta, como lo contó EXPRESO en una edición anterior, a crear circuitos ecológicos; una ciclovía que arranque del campus y se conecte con varios puntos de interés; y un paso peatonal que facilite el cruce de los transeúntes, además de veredas más amplias.

Actualmente, explica Matamoros, la institución ha empezado a recibir las ofertas para su ampliación: de 2 a 7 metros, que empezarán del lado de la ciudadela Bolivariana, aledaña al campus.

La intervención incluye también la eliminación de los muros del campus que se levantan a lo largo de la Delta, en una extensión de 700 metros lineales.

La idea, precisa Hugo, es dejar expuesta la fachada de la universidad y solo colocar unos pequeños cerramientos entre bloque y bloque para que los alumnos se apoderen del espacio público, que “estará repleto de árboles que formarán una especie de túnel”. No obstante, dice Passailaigue, queda aún por analizar a fondo si esto es o no viable, por seguridad.

La mayoría de alumnos y vecinos lo cree oportuno, basándose en la idea de que entre más la ciudadanía se vuelca a las calles o se apropia de ellas, como aseguran los urbanistas, más se espanta a la delincuencia. “Está comprobado que la inseguridad prevalece en espacios desolados. Y este no sería el caso”, manifiesta Laura Pimentel, estudiante que habita en el sector desde hace 15 años.

Asimismo, en la avenida, a la altura de la facultad de Arquitectura, donde está el parqueadero, se construirá un ágora. Para ello se hará un rediseño geométrico de las zonas de estacionamiento, “ahora subutilizadas”, afirma Hugo, quien considera que el proyecto beneficiará no solo a las más de 70.000 personas que coinciden a diario en el alma mater, sino a las familias que habitan en las 300 viviendas y a los comerciantes que atienden en los 400 negocios que se levantan en el entorno y han visto afectadas sus ventas hasta en un 50 % o 60 % desde que se colocaron las barandas.

Aunque el proyecto contemplaba la eliminación de estas, los involucrados han coincidido en no retirarlas, por precaución.

Detalles

El Proyecto

Está dividido por fases. La prevista a construirse es la primera. Las siguientes fases contemplan más implementaciones. Entre ellas, la construcción de una torre de parqueo y un parque tecnológico; además de programas que vinculen a la sociedad y los estudiantes con el estero Salado, a fin de recuperarlo y convertirlo en un sitio familiar y turístico.

Obra

En la cita que tendrá con el alcalde, Passailaigue solicitará también la ayuda del Cabildo para recuperar la Casona Universitaria (ubicada en las calles Chile y Chiriboga), que es uno de los edificios más antiguos de la urbe. La infraestructura hoy está deteriorada. Al interior hay agujeros, fisuras, material suelto y postes de hierro flojos.