En los términos originales del acuerdo con el Fondo Monetario, el Gobierno se había comprometido a enviar un proyecto de reforma tributaria que le signifique un incremento del 3 % en sus ingresos. El Gobierno lo intentó con la eliminación del subsidio a los combustibles y el anuncio del envío del proyecto económico-urgente, pero los resultados no han sido los esperados y ahora el Gobierno no contará con los recursos originados en el alza de los combustibles, y su proyecto económico es una versión diluida de la propuesta original.

Es evidente que el Gobierno se va a quedar corto y que será necesario replantear las metas pactadas con el FMI. Cuál será el tamaño de la brecha de recursos está por verse, pero es evidente que este no será menor a los montos sacrificados en el tema de los combustibles. La legislación propuesta plantea una serie de “parches” y por ello augura la certeza de más impuestos, mezclada con incentivos aislados, un oportunismo inexplicable del Banco Central, y la continuación de una economía en estado de catalepsia productiva luego de los disturbios recientes.

Total, estamos por cerrar un año perverso en lo económico, sin tener razones para pensar que el venidero será diferente o más auspicioso para los ecuatorianos.

’Cuál será el tamaño de la brecha de recursos está por verse, pero es evidente que este no será menor a los montos sacrificados en el tema de los combustibles’.