Una llamada telefónica alertó a una familia guayaquileña del macabro crimen de un pariente. La persona que los contactó les dijo que ya no buscaran más, porque Joseph Alexander Villamar Alvarado estaba muerto y su cadáver abandonado en el tramo que conecta la vía a costa con la Perimetral, cerca al ingreso de la Espol.

Los familiares se trasladaron hasta ese punto. La escena que encontraron era atroz. Joseph no solo estaba sin vida, su cuerpo había sido dividido en siete partes y estaba envuelto en fundas plásticas de color negro y metido en sacos de yute.

La desaparición del guayaquileño, de 28 años, fue denunciada en la Fiscalía del Guayas, el pasado 24 de noviembre de 2022. Tenían dos días sin saber de su paradero.

El aterrador descubrimiento ocurrió a las 07:00 del lunes 28 de noviembre de 2022. Los allegados de la víctima al abrir las fundas corroboraron que se trataba de su pariente por el tatuaje con el nombre de la novia que tenía en su brazo derecho. Enseguida informaron del hallazgo al ECU-911. Horas después, la Policía realizó el levantamiento de los restos, los mismos que fueron trasladados al Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses de Guayaquil.

Una fuente policial reveló a EXPRESO que el cadáver estaba dividido en piezas anatómicas. “La cabeza en una funda, en otra el tórax y el fémur izquierdo, los brazos y las piernas y el fémur derecho también estaban separados. Todos enfundados y metidos en tres sacos de yute, los cuales estaban a un costado de la vereda”, detalló el investigador.

El agente indicó que la víctima presentaba heridas de arma de fuego en la cabeza, tórax y en las extremidades inferiores y que pese al estado de descomposición se pudo determinar que el descuartizamiento se hizo con un cuchillo.