El oficialismo se mueve en doble vía. El movimiento Alianza PAIS (AP) va rumbo a tener dos convencionales nacionales: una convocada por la denominada ala correísta y otra que tiene el aval del presidente de esta organización, Lenín Moreno.

El primer mandatario decidió contraatacar y llamó, para hoy en Guayaquil, a una sesión extraordinaria de la Dirección Nacional del partido. Las decisiones que ahí se tomen echarían por tierra la convocatoria del 3 de diciembre próximo, a la que asistirá el expresidente Rafael Correa.

El primer punto a tratarse hoy es el encargo de la secretaría y la segunda vicepresidencia de AP, que estaban en manos de Gabriela Rivadeneira y Ricardo Patiño, respectivamente, debido a la sanción de seis meses que aplicó en su contra un Comité de Ética.

Resuelto esto, los nuevos integrantes de la Dirección Nacional tendrán vía libre para llamar a la Convención de PAIS, desconociendo la convocatoria que hicieron Rivadeneira, Ricardo Patiño y otros militantes que abiertamente se oponen a la gestión de Moreno.

Pero los correístas no van a declinar de la reunión de Esmeraldas. Patiño ironizó ayer en su cuenta de Twitter y escribió que a Moreno “le volvió la memoria de repente. Ahora se acordó que fue presidente de Alianza PAIS. Pero ya es muy tarde”.

En un comunicado, la secretaría de AP asegura que Moreno no tiene la facultad para hacer esta convocatoria. ¿La razón? Que el 31 de octubre un grupo, encabezado por Rivadeneira, retiró la presidencia del movimiento a Moreno y eso no habría sido apelado ante el Tribunal Contencioso Electoral.

A las contradicciones que viven las dos facciones verde flex, se sumó una al interior del ala correísta en relación al arribo al país de Correa.

El asambleísta por Azuay, Cristóbal Lloret, dijo ayer en una rueda de prensa, junto a Doris Soliz, que el exmandatario llegará a Guayaquil el 2 de diciembre, un día antes de la convención, y visitará su provincia entre el lunes 4 o el martes 5 de diciembre.

En contraste, Patiño ratificó que Correa arriba mañana en la noche al Puerto Principal. En la semana previa a la convención de Esmeraldas, el expresidente visitará varias provincias del país, con el objetivo de reagrupar a la militancia que se debate entre los dos liderazgos.