“En la vida hay que considerar dos palabras: perseverancia y constancia”

desde la mañana se despoja de sus sábanas aquel obrero para desafiar un nuevo día, un nuevo año y una nueva oportunidad con el optimismo de alcanzar una realización, intentando ser útil para los demás.

Si consideramos cuantitativamente, un obrero no gana lo suficiente para vivir; sin embargo, aquel ser humano que labora en una constructora tiene fe en que alcanzará sus objetivos. Son dos palabras que debemos considerar: perseverancia y constancia.

No desmayar jamás, siempre caminar con paso firme y seguro que cada minuto debe ser invertido en un futuro mejor para aquellos que nos sucederán.

Es el buen ejemplo que brindamos a las demás personas nuestro mejor legado. Por ello, hemos de adherir una gran cuota de perseverancia y constancia, siempre reincidir en lo positivo más no en negatividad y pesimismo. Hemos de ser lo suficientemente optimistas para empezar un nuevo año con la esperanza de que mejoraremos, que seremos mejores personas, y siendo perseverantes podemos terminar el 2018 con muchos logros cumplidos.

Finalmente no olvidar aquel vocablo necesario de aplicar: la constancia. Siendo constantes en nuestros esfuerzos sin amilanarnos en los errores, porque podemos errar o fallar.

Pensemos en ser triunfadores y no dejemos de luchar por alcanzar un gran logro. Seamos personas honestas y correctas.

Eduardo E. Jiménez Macías