
“Quiero ser presidente del Ecuador”
Su meta es mejorar la calidad de vida de los ecuatorianos. Desea incursionar en la política y estudiar Nanotecnología para crear la cura contra enfermedades catastróficas.
Roberto Íñiguez Chica sale a pasear, corre, estudia, comparte. Tiene 16 años y parece un joven más. Pero no lo es, aunque él insista en decir que sí. Es el abanderado N° 171 de la Unidad Educativa Fiscal Vicente Rocafuerte y, al igual que otros 13 exvicentinos, quiere llegar a la Presidencia de la República.
Desde pequeño le gusta la lectura y los deportes. Estudió la primaria en una escuela donde su mamá era docente y directora, y ahora se apresta a terminar el Bachillerato Internacional, un programa de estudio que demanda esfuerzo y dedicación.
Su afición por la lectura le ha causado tropiezos con sus padres. “Varias veces le hemos quitado los libros de las manos para que descanse. Puede amanecerse leyendo. Libro que empezaba a leer, libro que debía terminar”, asegura Amelia, sonriendo, al referirse a su hijo.
Las virtudes de Roberto van más allá de lo estudiantil. Su padre Robert, quien es músico, publicista y exvicentino, señala que su hijo siempre está pendiente de su hermana Carol (13), a quien le ayuda con sus tareas.
Sus amigos de clases lo describen como una persona tranquila, extrovertida y sencilla, presta a ayudar a los demás cuando lo requieran. Óscar Cadmelema, su mejor amigo del salón, dice que su camarada con frecuencia inyecta de energía positiva y felicidad a todos; mientras que sus profesores manifiestan que el chico es brillante y admiran su dedicación en cada una de las tareas encomendadas.
Roberto piensa en grande. Quiere estudiar Nanotecnología para crear algunas herramientas y así mejorar la calidad de vida de muchas personas que padecen enfermedades catastróficas. “Pero mi carrera solo será una fuente de ingreso, porque paralelamente pienso dedicarme a la política hasta llegar a ser presidente de la república para generar cambios en el país”, anota el joven, quien vive en la Isla Trinitaria, una zona marginal del sur de Guayaquil, donde se palpan muchas necesidades.
Su ideal tiene como referentes a aquellos exvicentinos como Otto Arosemena Gómez, Carlos Julio Arosemena Monroy, Carlos Julio Arosemena Tola, Jaime Roldós Aguilera, entre otros, que llegaron al Palacio de Carondelet.
Roberto comenta que ninguna asignatura se le hace difícil y que su método de estudio consiste en resaltar las partes más importantes de la materia o los conceptos básicos. “Esto me ha dado buenos resultados”.
Y aunque lamenta que muchas veces sus responsabilidades estudiantiles le han quitado tiempo valioso con su familia, “no me arrepiento porque mi esfuerzo está siendo recompensado”.
Le gusta el ajedrez y siempre lleva en una mochila el tablero para jugar una partida en algún rato libre. “Este deporte le enseña a la mente a pensar de una forma totalmente diferente a la tradicional, expande la visión, ayuda a la toma de decisiones y define el concepto de triunfo”, explica.
Al igual que su padre, el futuro universitario es amante de la música. Su afición es tal que aprendió a tocar el piano. Además, lee libros de esoterismo y ciencias ocultas que le aporten datos sobre el control del sueño y los misterios de la muerte.
Roberto insiste en que es un joven como cualquiera, pero con muchas ganas de triunfar.
Unidad Educativa Vicente Rocafuerte
Este plantel tuvo su inicio gracias a la acción y trabajo de su patrono Vicente Rocafuerte, el 26 de diciembre de 1841, en el gobierno del general Juan José Flores.
Desde sus inicios el colegio fue mixto hasta 1937, luego decidieron que sea solo para varones. Debido a la ley de educación implementada bajo el gobierno de Rafael Correa, el plantel volvió al funcionamiento como colegio mixto, en 2012.
El primer rector en dirigir el plantel fue Teodoro Maldonado. En 2009, Carmen López se convirtió en la primera mujer en ocupar el rectorado del colegio.
En agosto de 2014 entró a un proceso de repotenciación, debido al deterioro de su infraestructura. El trabajo culminó un octubre de 2015.