Empleados realizaban ayer el cambio de un colector en uno de los bloques de Sauces IV. Interagua realizó la inspección y determinó la necesidad de la obra.

“No merecemos vivir en medio de este mal olor”

Ubicación. Ambos problemas se suscitan en sectores muy cercanos a unidades educativas e iglesias. En Sauces, se registra también a cuadras del mercado.

Sentarse en el portal de la casa se ha vuelto un dolor de cabeza para Mercedes Jara, de 50 años. Su rutina diaria cambió hace aproximadamente dos meses, cuando aguas servidas empezaron a salir de las escaleras de ingreso al condominio en el que vive, en la ciudadela La Atarazana, en el norte de Guayaquil.

Al principio era poco, cuenta, pero luego se volvió insoportable. “Esto nos está perjudicando a todos los que vivimos aquí, no solo por esos olores, sino también por otras enfermedades relacionadas con la insalubridad. La escalera y la vereda están llenas de gusanos. Por aquí pasan muchos niños que salen de la escuela”, precisa.

Laura Yerovi, una de las moradoras del bloque 8, asegura que ya ha enviado varios oficios a Interagua, pero que siempre le dicen que pronto los van a visitar para verificar el inconveniente. Hasta ahora nadie ha llegado a realizar ninguna inspección. “Algunos vecinos están recogiendo firmas para ir a poner una queja formal al Municipio, pues no merecemos vivir en medio de estos malos olores. A mí ya me duele la cabeza”, menciona.

El último reclamo a Interagua lo hizo el pasado 19 de abril, y en el documento se detalla que “el usuario en mención ingresó en varias ocasiones solicitudes por taponamiento de ramal. Ella indica que el problema continúa y su alcantarilla está totalmente desbordada”.

Un problema similar se suscitaba hasta ayer en cinco bloques de Sauces IV, también en el norte. Allí los moradores dicen que el colapso se suscitó hace ocho días y que pese a múltiples arreglos anteriores, persiste.

“En realidad todo esto está como hace dos meses. Antes han venido, pero dan la vuelta y se van. Medio retapan o ingresan esos hidrocleaners, pero no hay solución definitiva. Ahora el problema regresó”, indica Gustavo Ripalda, dueño de un negocio en el bloque 56.

Vanessa Navarrete, otra vecina, cuenta que el pasado lunes dos niños y un adulto cayeron en la laguna de aguas servidas que se formó en la calle, y otros han adquirido alergias y enfermedades relacionadas a la insalubridad.

Los moradores esperan que los malos olores no regresen más.

“Cada vez que hay reclamos se atienden”

Interagua verificará si el problema que existe en la ciudadela La Atarazana se ha suscitado desde el tiempo que mencionan los vecinos, pues, según Ilfn Florsheim, gerente de Comunicación, “cada vez que hay un reclamo, (lo) estamos atendiendo”.

La funcionaria menciona que en el sector, los colapsos se generan por taponamientos por grasas o desechos en las tuberías, sin embargo, indicó que realizarían una nueva inspección para determinar el inconveniente y dar solución.