El Gobierno de Moreno se ha caracterizado por generar quiebres profundos con respecto a su antecesor, como el acercamiento con movimientos indígenas, proponer el diálogo con los medios de comunicación o declararle la guerra a la corrupción. En el aspecto económico este quiebre ha sido más bien tibio, pues existen todavía medidas similares a las adoptadas por el gobierno anterior, esto se evidencia en la propuesta del mandatario de incrementar los aranceles para un grupo de productos de consumo, generando así la reducción de las importaciones de bienes considerados suntuarios para evitar un déficit comercial. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que la mayor parte de importaciones de Ecuador es materia prima y bienes de capital necesarios para producir o bienes de consumo que no se producen localmente.

No obstante, el Gobierno ha propuesto iniciativas interesantes que podrían desembocar en efectos positivos que ayuden a dinamizar la económica como: desaparición de ciertas entidades, reducción de salarios en los niveles más altos, supresión de puestos vacantes en el Gobierno central y empresas públicas, mayor control a gastos como viajes, uso de autos públicos, horas extras, menor pago de impuesto a la renta y devolución de impuestos como el IVA o el de la salida de divisas, ambas son medidas positivas que sumadas a la apertura de nuevos mercados debería contribuir al crecimiento de las exportaciones.

Mishel Álvarez Rodríguez