¿Cuándo acabarán estas rencillas entre políticos corruptos? Aquellos que ayer robaron hoy acusan a los actuales de corrompidos y, así, distraer al pueblo para que olvide su pasado y presentarse hipócritamente como que son de “manos limpias”.

¡Qué vergüenza! Y se quejan ante los gobernantes de otros países. Con cara de hipócritas hacen quedar a nuestro Ecuador, como un pueblo corrupto, razón de estar en la miseria por el despilfarro de millones, producto de la explotación petrolera. ¿Acaso es un buen ejemplo para el futuro de sus hijos, el robo y el dinero fácil de ganar y no trabajar honestamente para el bienestar de nuestro país?

Héctor García Rivera