En una ceremonia celebrada, este 11 de noviembre, en el salón Libertadores de la Gobernación del Guayas, el presidente de la República, Guillermo Lasso, arrojó, simbólicamente, la ‘ley mordaza’ a la basura.

En medio de su discurso a ministros, autoridades provinciales y representantes de la prensa, el mandatario ordenó traer una caneca roja que tenía escrito un mensaje: “Tacho de basura de la historia”.

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En ella, Lasso botó una copia de esa ley que entró en vigencia en junio de 2013 durante el gobierno de Rafael Correa. Desde entonces la norma, que limitaba el ejercicio del periodismo y la libertad de prensa en el país, solo sufrió una modificación cosmética, en la administración del expresidente Lenín Moreno. Sin embargo, borrarla por completo del mapa legal fue una de las promesas de Lasso quien, según dijo, pudo cumplir nueve años después.

“Esta es una victoria que no pertenece solo al Gobierno, sino a todo el Ecuador democrático. Le pertenece a la sociedad civil, a quienes han empuñado la palabra como una espada para que en Ecuador la libertad perdure”, señaló el primer mandatario. Antes de explicar el alcance de la nueva Ley de Comunicación, Lasso conversó con varios periodistas y le entregó un lapicero al director de EXPRESO, Galo Martínez Leisker.

Después de esto, hizo una invitación a los medios de comunicación nacionales y recordó que “el país democrático” está en una suerte de guerra en contra de quienes quieren desestabilizarlo.

“En medio de esta batalla habrá un arma que será crucial. Me refiero a la fuerza moral de una opinión pública libre, cuya voz debe retumbar con tal potencia que hasta el más insolente desestabilizador, vencido por la vergüenza, se vea obligado a renunciar a sus oscuros deseos”, advirtió Lasso.

Agregó que lo que se busca con la nueva Ley de Comunicación o de Prensa, que ya fue enviada al Registro Oficial y que entrará en vigor una vez sea publicada, es que las casas periodísticas no trabajen bajo ningún tipo de presión.

“No queremos una sociedad donde los medios operen bajo amenaza, donde los contenidos de medios sean influenciados o controlados por políticos, y mucho menos por los ‘narcopolíticos’. Queremos una sociedad libre para pensar y expresarse”, dijo el presidente.

En su concepto, esta ley llega en un momento crucial para el país, que atraviesa hechos de violencia que tiene en estado de excepción a tres provincias: Guayas, Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas.

Añadió que hay políticos que están “alineados con terroristas”, que no se solidarizaron con las familias de los policías que han sido asesinados por la violencia y que comparten, según manifestó, un propósito.

“Hay un lado político que busca favorecer al ‘narco’ (...) son aliados de los criminales porque comparten el mismo fin de desestabilizar el Gobierno y la democracia. Deben ser investigados y libremente difundida la información, por eso es importante esta Ley de Comunicación para proteger la libertad y desenmascarar a los ‘narcopolíticos’”, aseguró Lasso.

Al término del evento, el salón Libertadores se convirtió en una sala de conversación. El presidente y varios de sus ministros, entre ellos el de Gobierno, Francisco Jiménez, explicaron detalles de la ley.

“Hay algunos actos importantes, por ejemplo, la sanción previa y posterior, la formación de los periodistas, la repartición de frecuencias (...) nosotros no esperamos que la prensa sea una caja de resonancia, esperamos que actúe con responsabilidad”, dijo Jiménez.