Hasta la tarde del lunes 7 de febrero lo único, aparentemente cierto, fue que el vicepresidente de la República, Alfredo Borrero, ratificaba su lealtad al presidente Guillermo Lasso.

El segundo mandatario y la Vicepresidencia de la República salieron al paso para desvirtuar rumores que empezaron a circular en redes sociales sobre su presunta renuncia.

“Frente a los rumores infundados que circulan en las redes sociales, la Vicepresidencia de la República informa que el Dr. Alfredo Borrero Vega rechaza enfáticamente estas claras intenciones de desestabilización que ponen en riesgo la democracia, ya que generan confusión y preocupación en la sociedad”, publicó el despacho de Borrero.

Minutos después, el mismo vicepresidente publicó en su cuenta de Twitter que, “con la decisión y la convicción de siempre, presidente Guillermo Lasso, usted y el pueblo ecuatoriano cuentan con mi trabajo comprometido”.

Una fuente interna en Carondelet comentó a este Diario que en efecto el primer mandatario tiene previsto realizar cambios en su gabinete. Precisó que aún no se conocen quiénes serían, pero que tampoco ha solicitado la renuncia a algún funcionario en particular. Dichos cambios se conocerían en los días restantes de esta semana.

Pero aquellos rumores en redes sociales no solo alcanzaron al segundo mandatario, también surgieron teorías de una presunta salida de Francisco Jiménez, actual ministro de Gobierno. No obstante, hasta la mañana de ayer eso fue descartado por el alto funcionario.

“En la política uno no tiene que tomarse nada personal, uno afronta los desafíos políticos e institucionales como corresponde. Nosotros somos un equipo, trabajamos en conjunto... no nos olvidemos que el presidente de la República es el último que tiene la palabra sobre las personas que integran el gabinete. En mi caso, yo soy un miembro más y además del partido político, por supuesto que estoy a las órdenes para cualquier decisión que corresponda”, dijo Jiménez en una entrevista televisiva.

Para el analista político y catedrático universitario Gabriel Hidalgo, es indudable no pensar que Lasso hará cambios en su gabinete tras los resultados desfavorables en el referéndum.

“El primero en salir tendría que ser el ministro que maneja la política, en este caso Francisco Jiménez. Porque es el encargado de impulsar los procesos de diálogo con la Asamblea y poderes locales, porque si fracasa el partido de gobierno en las elecciones, ese fracaso es atribuible al ministro de la política. Tendría que irse”.

Otras voces también alegan que Lasso debería remover del cargo a Iván Correa, actual secretario de Administración Pública, y fortalecer las gobernaciones tras los resultados de las elecciones seccionales que ubican a opositores de su gobierno en alcaldías y prefecturas.

Para Hidalgo, la situación que debe enfrentar el Ejecutivo con las dos fuerzas políticas del país, estos son el correísmo y el Partido Social Cristiano, es más compleja.

“El Gobierno pasa por horas oscuras. Lo que puede hacer en este momento el presidente Lasso es conseguir personas que provengan de esas filas, pero que no tengan vínculo actual, que tengan buena reputación para que pueda tender vínculos de diálogos con sus antiguas organizaciones políticas”, explica el docente universitario.