Eran las 03:30 de ayer, cuando la hermana de ‘Fernanda’ llamó al ECU-911 para solicitar una ambulancia. Su familiar estaba sangrando, producto de varios cortes que le había hecho la expareja mientras discutían a esa hora.

A los pocos minutos, un grupo de policías arribó a una vivienda de tres pisos, ubicada en la 22 y la Ñ, en el suburbio de Guayaquil, para socorrer a la víctima. Pero el sospechoso ya había desaparecido.

Según sus familiares, ‘Fernanda’ estaba viviendo en la terraza de ese domicilio desde hace un mes. Ella había decidido escapar con sus hijos, del “infierno” en el que se había convertido el hogar que compartía con su pareja, Víctor Gálvez Banchón, de 37 años.

El dueño del inmueble comentó que el hombre llegó hasta el tercer piso escalando por las paredes. “Subió al primer piso por la pared del solar vacío que está al lado. Luego se sostuvo con la antena y alcanzó las rejas de la terraza”.

Cuando logró ingresar, empezó a discutir con la mujer. Según consta en la denuncia presentada en la Fiscalía de Flagrancia, la pelea entre los dos habría iniciado luego de que el sujeto intentara tener relaciones sexuales con la víctima. Ante la negativa de ella, Gálvez trató de ahorcarla, pero ella logró escapar.

Minutos después, él “buscó un cuchillo y empezó a apuñalarme en la cabeza”, relató ‘Fernanda’ al fiscal.

Al darse cuenta de lo que estaba haciendo, decidió huir de la misma forma en la que entró: por las paredes. Mientras bajaba, una mala pisada hizo que resbalara y cayera al suelo. Permaneció ahí por unos segundos, se levantó y corrió lejos del lugar.

Entonces llegó la ambulancia y la agredida fue trasladada de emergencia al hospital Guayaquil. Horas después acudió a la Fiscalía.

El fiscal Robinson Coronel dijo que el sospechoso ya tenía un antecedente por un supuesto abuso sexual hacia una de las hijas de ‘Fernanda’, información que fue corroborada por uno de sus familiares.

Los agentes de Policía iniciaron la búsqueda del sujeto, y luego de varias rondas por el sector, unos vecinos los alertaron de un cadáver que yacía a las orillas del estero Salado.

Tras los trámites de identificación, confirmaron que era Víctor Gálvez.

Los moradores estaban asustados pues nadie se había percatado del suceso. Ninguno sabía qué fue lo que sucedió con el señor. Personal de Criminalística que arribó al lugar explicó que no encontraron señales de violencia en el cuerpo y que sospechaban de que se trataba de un ahogamiento.

El teniente coronel Julio Navarro, jefe de Policía del Circuito, comentó que los vecinos habían indicado que el fallecido tenía problemas con las drogas y que había intentado suicidarse días atrás, por la supuesta depresión que le causaba estar lejos de su pareja.