A las 12:13 del pasado miércoles 14 de septiembre, la Policía del municipio de Envigado, Colombia, recibió una llamada de la iglesia Santa Gertrudis. Era del sacerdote de la parroquia que está a cargo el cementerio central de esa población y que tenía una noticia poco habitual: se habían robado un cuerpo.

“Uno de los trabajadores del cementerio llegó a laborar en la mañana y encontró una de las puertas principales (lateral izquierda) abierta”, se lee del reporte policial al que accedió este Diario. El cadáver desaparecido era el de Junior Roldán, el líder de Los Choneros asesinado en Fredonia, Antioquia, a 47 kilómetros del lugar donde fue enterrado el 18 de mayo del 2023.

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Desde el momento en que se informó sobre el robo del cuerpo, han sido más las dudas que las certezas sobre lo que pasó. Por un lado, las investigaciones avanzan en total hermetismo por parte de la Fiscalía de Colombia, entidad que le informó a EXPRESO que el caso se encuentra en “etapa preliminar”.

Sin embargo, hay algunos elementos que estarían siendo parte de las primeras averiguaciones. Primero, se sospecha que quienes hicieron la incursión planearon bien el golpe, pero que les habría salido mal.

El asalto ocurrió entre la noche del martes 11 y la madrugada del miércoles 12 de septiembre. Justamente todos los miércoles el camposanto tiene sus puertas cerradas al público, por lo que se sospecha que habrían tratado de tener una ventana de al menos 24 horas para tratar de distanciarse lo más lejos posible de las autoridades.

No obstante, la puerta que quedó abierta fue la que puso en alerta al trabajador del camposanto, que no tardó en informar. Un día después de lo ocurrido, el jueves 14 de septiembre, el cementerio central de Envigado estuvo cerrado con candados.

Las personas que trataron de ingresar no pudieron hacerlo y, tanto en el barrio Alcalá, donde está ubicado, como en la iglesia Santa Gertrudis, reina el miedo y el silencio.

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“La Fiscalía ya tiene a cargo la investigación y en ese orden de ideas es ella como autoridad competente quien debe suministrar la información”, respondió el sacerdote a la solicitud de información solicitada por este Diario. Y ante la pregunta de si este tipo de hechos habían ocurrido antes, expresó: “No estamos autorizados para suministrar información al respecto”.

• ¿Iban por sus joyas?

Una fuente policial del departamento de Antioquia contactada por EXPRESO, aunque en la misma posición de prudencia con el manejo de la información, entregó un dato que podría estar siendo parte de las hipótesis.

Según dijo, hay dos teorías que no se descartan. Por un lado, que algún grupo de la región se enteró de que Junior Roldán habría sido enterrado con las ostentosas joyas que solía presumir en vida, tanto cadenas como argollas, y que buscaron robárselas.

Y, por otro lado, que se trate de una profanación con intereses ocultistas como de brujería o satánicos. “Este tipo de hechos son los que ocurren cuando se llevan los cuerpos de los cementerios”, dijo la fuente policial.

Por su parte, medios locales, como el diario Qhubo de Medellín, detalló que residentes del barrio Alcalá también han especulado con la posibilidad de un robo de las presuntas joyas que estaban en el cuerpo del Roldán. “Pero si fue por las joyas, ¿por qué se llevaron el cadáver?”, se cuestionó el medio de comunicación.

EXPRESO contactó al propietario de un taller de mecánica automotriz que queda justo al lado del camposanto para preguntarle por estos rumores o si durante estos días se habían detectado movimientos extraños en la zona, pero se negó a responder las preguntas.

Mientras el silencio reina, la Fiscalía de Colombia y la Sipol (Dirección de Inteligencia Judicial), avanzan en la investigación con base a una denuncia formal que interpuso el sacerdote de la iglesia y en medio de dos dificultades.

La primera es que en las cuadras aledañas al cementerio central de Envigado no hay cámaras de seguridad para revisar y la segunda que, pese a que el camposanto está ubicado en una zona central de la ciudad, en horas de la noche es un sector muy desolado y es poco probable encontrar testigos.

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