El Gobierno de Guillermo Lasso, que acaba de cumplir un año, deberá nombrar a su tercer delegado en este lapso ante el Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

En la tarde del lunes, la renuncia de Francisco Cepeda se sumó a la remoción del director general de la institución, Nelson García, solicitada el viernes pasado por dos vocales del citado consejo rector.

Cepeda había sucedido a Jorge Madero, quien estuvo tres meses en funciones y se fue alegando amenazas de “mafias” contra él y su familia. Ahora Cepeda se va denunciando una “frágil” gobernabilidad del IESS y señalando anomalías en la forma en que García fue destituido por los representantes de los empleadores y asegurados, César Rodríguez y Luis Clavijo, cuya legitimidad también cuestionó y dijo que había propuesto renovarlos.

En este último punto coincide Henry Llanes, vicepresidente de la Asociación de afiliados, jubilados y pensionistas del IESS en Pichincha. Recordó que los representantes de empleadores y asegurados fueron electos para el periodo 2012-2016; que han sido prorrogados de forma excesiva y sin sustento; y que quienes desempeñan esos cargos no son ya los titulares, sino alternos que se principalizaron. Pero que ahora son quienes toman las decisiones.

Recordó que los afiliados han propuesto no solo renovar a sus representantes, sino que estos sean mayoría en el consejo, “pues son los verdaderos dueños del Seguro Social, que se nutre de sus aportaciones”.

César Rodríguez dice que él “también está de acuerdo” con que se renueven a los delegados, pero que esto debe ser conforme lo estableció la Corte Constitucional cuando decidió la prórroga. Y aclara que él solo lleva dos años en funciones, cuando se principalizó en lugar del designado en 2012.

Niega la versión de Cepeda de que la salida de García se relacione con su propuesta de renovar a los dos vocales. Explica que el pedido de destitución fue “una reacción” ante un informe que presentó el director general, con el cual él y Clavijo no estaban de acuerdo.

Patricia Borja, abogada de lo laboral y autora de ‘La descapitalización del Fondo de Pensiones del IESS vs. el derecho de los afiliados’, señala que estos hechos debilitan aún más a la institución y que afectan la prestación de servicios.

“Cuando hay una nueva autoridad se generan cambios en todos los niveles administrativos. No todos quienes llegan conocen a fondo la realidad de la institución. Y cuando ya se están empapando, los cambian y todo vuelve a iniciar de cero”, dice Borja, también partidaria de renovar a los vocales.