Es clásica una mala costumbre elevada a uso diario y rutinario, es decir qué tanta importancia puede tener quien realiza una llamada y a la vez poca importancia de quien recepta dicha comunicación. y así cuando llama alguien peso pesado, la llamada es respondida. ¿Y el orden de prioridades con los familiares?

Es triste para un hijo saber que su padre no es su padre sino (por sistemas in vitro) y algo más. ¡Cuántos hijos deben comprender que no es una prioridad para quien funge de padre!

Señor Director, el amor a Dios es incomensurable mucho más trascendente que cualquier pretexto injustificable que intenta impresionar.

Eduardo Jiménez M