Representantes de la Iglesia evangélica se reúnen este jueves en la mañana con autoridades del Servicio Nacional de Atención a Privados de Libertad (SNAI) para solicitar que el trabajo de las capellanías se mantenga en las cárceles del país, como parte del programa de rehabilitación en Ecuador.

El pastor Francisco Loor, representante de la organización Asambleas de Dios e integrante de la comisión de paz, propone un acompañamiento integral a los convictos que realmente desean rehabilitarse, de manera que junto a sus familias participen de programas de emprendimiento, con el fin de que al salir en libertad pertenezcan a economías legales a través del “apadrinamiento de iglesias internacionales”.

Loor dijo que actualmente hay 1.400 capellanes disponibles para trabajar en las 37 cárceles del país y que pueden sumarse 5.000 voluntarios para acompañar a los familiares en sus casas.

“Son 28 años trabajando en cárceles y en 2014 se le negó la entrada a la Iglesia. Ahora se dio apertura con la mesa de paz y vemos la aceptación. Queremos trabajar, sea que se extienda el plazo de la comisión o no” apuntó Loor.

El 70,48 % de los convictos en el país no pasan de los 39 años y según Loor, es gente que puede ser muy productiva para el desarrollo del país. “Hoy los vemos en una carrera de liderazgo criminal y si no se trabaja ahora, ellos pueden ser los futuros capos que generen la violencia más adelante” reflexionó.

• Para saber

Institucionalización

Más que un permiso apuntan a una garantía de operación o acceso bajo un eje de trabajo de la cartera de Estado, que sirva de apoyo en la entrega de ayudas a convictos.

Voluntariado

Sin fines de lucro o financiación del Estado. La Iglesia señala tener una estructura establecida para el programa.

Cambio de modelo

Entre sus metas está que menos personas vivan bajo la filosofía de ‘plata o plomo’.