Los gritos de un morador a los policías que la mañana de este jueves 1 de junio de 2023 realizaban las pericias en el lugar donde fue hallado el cadáver de Otilio Yosué Gallón Quiñónez, asesinado horas antes a tiros, permitió rescatar a un joven que estaba con las manos amarradas y su cabeza envuelta con una camisa de color blanca.

• Balance. Entre el 1 de enero al 1 de junio de 2023 la Zona 8, formada por Guayaquil, Durán y Samborondón, sumaba 1.025 asesinatos.

Tras la alerta, los gendarmes avanzaron unos 200 metros y hallaron al ciudadano. Todo indica que estaban a punto de liquidarlo. Los uniformados dispararon varias veces al aire y posiblemente esto hizo que los criminales huyeran y dejaran a quien iba a convertirse en su ‘blanco’ botado y temblando de miedo.

Pedro, nombre con el que fue identificado el chico que iban a ejecutar, no pronunciaba una palabra. Su rostro cubierto tampoco le permitía ver que las personas que lo rodeaban eran policías, que ya estaba a salvo. Había vuelto a nacer. Un equipo de este Diario que cubría el levantamiento del cuerpo de Gallón Quiñónez fue testigo de la acción policial y acompañó a los uniformados en el recorrido para salvar de la muerte a Pedro.

Durante el trayecto observamos sobre la cima de la loma varias vainas percutidas, y rastros de sangre, que, al parecer, era del chico asesinado.

Una vez seguro, el joven, de 21 años, quien es oriundo del cantón La Concordia, contó que fue llevado hasta ese lugar para allí ser asesinado y que horas antes fue interceptado por dos hombres, quienes lo abordaron cerca de un establecimiento educativo del sector, lo encañonaron, luego cubrieron su rostro y finalmente lo llevaron hasta esa zona apartada de la ciudad. A pocos metros del sitio donde fue liberado el santodomingueño fue encontrada la motocicleta que la noche anterior arrebataron a Otilio Yosué, de 23 años.

Sus deudos también fueron testigos del rescate de Pedro, incluso acompañaron a los policías, ya que guardaban la esperanza de que algún residente proporcionaría información que condujera con la identidad de los asesinos.

Gallón Quiñónez laboraba desde hace un año como cajero de una cadena de supermercados, que tiene una de sus sucursales en el noroeste porteño. Tenía un hijo de un mes de nacido, residía en el sector de La Ladrillera.

El subteniente Christian Ramírez, del distrito Nueva Prosperina, explicó que la policía llegó al sitio para recabar indicios en el lugar donde fue hallado un joven asesinado y que observaron que dos ciudadanos encañonaban a pie a un ciudadano encapuchado y maniatado.

“Lo botaron al suelo, le iban a disparar, nosotros realizamos disparos al aire y logramos ahuyentarlos. Podemos constatar que en este lugar, por estar aislado y de difícil acceso, asesinan a sus víctimas y las dejan botadas”, sostuvo.