En medio de un estado de excepción focalizado y del incremento de los índices delincuenciales, el presidente Guillermo Lasso hizo cambios en las cúpulas de las Fuerzas Armadas y de la Policía.

En las FF. AA. fue parcial. Se fueron el jefe del Comando Conjunto, Fabián Fuel, y los comandantes del Ejército, Luis Burbano, y de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, Geovanny Espinel. Brumel Vázquez, de la Armada, fue ratificado. Las nuevas autoridades militares son: para el Comando Conjunto, Nelson Proaño; para la Fuerza Terrestre, Gustavo Acosta, y en la FAE estará el brigadier Marcelo García.

En la Policía, la Comandancia estará a cargo de Fausto Salinas, el oficial al frente de la Dirección de Seguridad Ciudadana y Orden Público de la Policía.

Es el tercer comandante de la institución en el gobierno del presidente Lasso. Antes estuvieron Tannya Varela, quien fue la primera mujer en ese cargo y fue nombrada en el régimen de Lenín Moreno, y por casi dos meses Carlos Cabrera.

Fuentes policiales, que pidieron la reserva de sus nombres, señalaron a EXPRESO que creen que los relevos tendrían mucho que ver con la idea de unificar mandos y en razón de los recientes nombramientos de los ministros del Interior, Patricio Carrillo, y de Defensa, Luis Lara.

Con los últimos cambios en la Policía salen tres generales. Salinas ya había estado trabajando coordinadamente con las autoridades en operaciones y operativos para el control de la violencia en cárceles y de la minería ilegal en Yutzupino, Napo. Para ejecutar planes de seguridad, Salinas ya contará con los recursos que Cabrera no contó.

En el caso de las Fuerzas Armadas, varios hechos precedieron los cambios de los tres oficiales y la propia salida del exministro Luis Hernández. Los daños en el radar ubicado en el cerro de Montecristi, ocurrido en noviembre del año pasado. Ese hecho se encuentra aún en investigación previa, a la espera de la determinación de los responsables de la explosión que inutilizó el aparato. Está pendiente su traslado al Centro de Mantenimiento que tiene la FAE en Latacunga, Cotopaxi, para la evaluación de afectaciones y la ejecución del cobro del seguro.

El otro señalamiento que involucró a las Fuerzas Armadas y motivó los cambios apunta al incidente de inicios de abril en el parqueadero del Ministerio de Defensa. Cinco personas fueron detenidas mientras, presuntamente, devolvían dinero que habrían entregado militares a la plataforma ilegal de captación de dinero de Miguel Nazareno, denominada Big Money.

Ese día Nazareno, militar retirado, también se encontraba en el sitio, pero logró salir con la presunta complicidad de militares. Se inició una investigación interna y los resultados debían entregarse en tres semanas.

Desde el Ministerio de Defensa se ha anunciado que, el lunes, tras la presentación de los nuevos comandantes en una ceremonia que se cumplirá en el Campo de Marte, se informarán los resultados de las investigaciones internas.

Mientras tanto, siguen las diligencias en la instrucción fiscal por captación ilegal de dinero originada en la detención de cinco supuestos acompañantes de Nazareno, quien fue asesinado a mediados de abril en Quito.

Implicaciones

Involucrados

Policías, militares y otros actores habrían confiado su dinero en la plataforma de captación ilegal Big Money. Son alrededor de 300 policías y un número superior de militares, según reconoció el exministro Luis Hernández. Las cifras no han sido reveladas aún por el Ministerio de Defensa.

Silencio

En las horas previas a su asesinato, el militar retirado Miguel Nazareno se habría reunido con abogados en Latacunga para gestionar el habeas corpus para los cinco detenidos en los parqueaderos del Ministerio de Defensa. La investigación en el caso sigue. Los cinco sospechosos se acogieron al derecho al silencio.

El detalle

Cúpula. Los cambios en las Fuerzas Armadas dieron como consecuencia la salida de tres generales: dos del Ejército y uno de la FAE.