Sentada en el filo de la jardinera ubicada en el exterior del dispensario médico al que acudió, Carmelina Quichimbo, jubilada del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), respiraba con fuerza debajo de la mascarilla mientras miraba la lista de medicamentos que le recetaron. La mujer, de 84 años, estaba acompañada de su nieta, una niña de 5 años. “Espero que todos los remedios estén disponibles en la farmacia del Seguro, pues han sido tres meses de espera hasta que al fin conseguí un turno”, expresó.

Según relató la señora, ella sufre de neuralgia, un dolor que afecta los nervios de su rostro, cráneo y cuello; y de forma constante siente un entumecimiento y hormigueo. En todos estos meses ese cuadro la mantuvo desesperada y pidiéndole a Dios que se apiade de ella.

“Haber aportado toda la vida al IESS y no recibir a cambio una atención médica y oportuna me hace pensar que nos han estafado”, dice.

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La habitante de Sinincay, una parroquia situada a ocho kilómetros de Cuenca, es una de tantos afiliados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) que reclaman una atención oportuna y adecuada.

Jorge Torres, quien sufre de una enfermedad crónica y requiere de medicinas cada tres meses, afirma que conseguir un turno luego de una larga espera no es una garantía de ser atendido. “Se llega a las instalaciones del IESS con una hora de anticipación de la cita fijada, pero pasan dos horas más sin que ningún empleado o funcionario comunique que el médico no va a atender por estar con licencia”.

Esa situación obliga a que se agende una nueva cita para días y fechas posteriores, pero Torres afirma que esto puede repetirse por varias ocasiones, lo que obliga al paciente a tratar de adquirir los fármacos de manera urgente y de su bolsillo.

• Cambios. Desde el lunes 4 de septiembre, el hospital José Carrasco Arteaga, el principal del IESS en Cuenca, tiene nuevo director técnico: el médico traumatólogo ortopedista Romel Medina Cevallos.

La también afiliada Esther Loja coincide en ello y agrega que a veces, tras varios reagendamientos, se logra la consulta, pero no hay las medicinas y el profesional tratante les indica a que si no hay en la farmacia del IESS, las debe adquirir en las particulares, donde las pastillas que debe tomar diariamente tienen el valor de un dólar.

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La afiliada Eulalia Tacuri, quien sufrió un accidente de tránsito en el que se fracturó su nariz, relata que acudió a Emergencia de un establecimiento del IESS. Sin embargo, le indicaron que en esa área no disponían del médico otorrinolaringólogo y debió atenderse en una clínica particular sin que el Seguro asuma los costos.

Franklin Rojas, director provincial del IESS en Azuay, señala que, en lo que corresponde a Cuenca, como una manera de fortalecer el sistema de call center nacional, se ha implementado un subsistema de agendamiento de turnos con seis personas para atender y optimizar el otorgamiento de las citas.

Es una primera fase con la que se intenta cubrir la atención a cerca de mil pacientes semanales, con la posibilidad de incrementarla en corto tiempo.

A nivel nacional se está buscando un sistema de agendamiento mediante aplicaciones móviles, lo cual ayudará a destrabar los problemas que hasta el momento se registran con la tardanza en las fechas para la atención médica. En cuanto a los reclamos por la falta de las medicinas, el director provincial asegura que se busca agilizar la compra de los fármacos e insumos para los pacientes.

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