Megan Rapinoe fue elegida la mejor jugadora del juego, ayer, y también la mejor de todo el mundial.

Estados Unidos, campeon mundial de futbol femenino, otra vez

La final fue ampliamente dominada por las norteamericanas, que terminaron venciendo a Holanda 2-0.

Estados Unidos agrandó su leyenda en el fútbol femenino con su cuarto título en ocho ediciones del Mundial. Las norteamericanas, con goles en el segundo tiempo de Megan Rapinoe de penal y de Rose Lavelle, ganaron a Holanda por 2-0 en la final de este domingo.

Lyon se vistió de gala con las dos aficiones más coloristas del Mundial, pero la igualdad en las tribunas no se trasladó al césped, con un equipo estadounidense netamente superior.

Queda por saber si Donald Trump invitará a las futbolistas estadounidenses a la Casa Blanca, ya que la capitana Rapinoe, elegida mejor jugadora del Mundial, comprometida en la lucha contra las discriminaciones, ya anunció que no acudiría a esa recepción, igual que la defensa Ali Krieger, y criticó al presidente norteamericano.

“Esto es increíble. Hay que pensar en todos los que han trabajado por esto, en todas las jugadoras... Tenemos a todas nuestras familias aquí. Esto es realmente extraordinario y surrealista”, declaró Rapinoe al final del partido.

“Esto es una recompensa. Es el día más importante. Estamos locas de alegría, pero también muy cansadas. No nos rendimos (nunca), estamos unidas y nos entregamos al máximo para ganar”, añadió.

Dominante de principio a fin

El primer tanto del partido llegó de penal, al transformar Rapinoe (61) una falta dentro del área de Stefanie Van der Gragt a Alex Morgan.

La central holandesa elevó mucho su pie izquierdo, tocando el hombro de la delantera estadounidense, por lo que la árbitra francesa Stephanie Frappart, con ayuda del VAR, señaló el castigo.

Rapinoe, que ya había marcado dos tantos de penal en octavos contra España (2-1), sumó su sexta diana, con lo que empató en el primer puesto de la tabla de goleadoras con su compatriota Morgan, ambas también con tres asistencias, aunque fue Rapinoe la que se llevó la Bota de Oro al haber disputado menos minutos que su compañera (394 frente a 445).

El gol de Rapinoe (minuto 61) contra Holanda, aunque llegara de penal, hacía justicia a los méritos de las estadounidenses, que dominaban el encuentro y solo la buena actuación de la portera holandesa Sari Van Veenendaal hizo que se retrasara la victoria.

Tras ese tanto, a las agazapadas holandesas solo les quedaba atacar, ya que hasta ese momento solo habían apostado por los contragolpes.

Y al verse obligadas a abrirse, encajaron el segundo tanto, en el minuto 69, cuando Rose Lavelle, en una jugada personal, condujo el balón por el centro, y poco después de meterse en el área, anotó su tercer gol del torneo, con un disparo cruzado.

Estados Unidos nunca se ha apeado del podio en los ocho Mundiales disputados, con cuatro títulos (1991, 1999, 2015, 2019), un subcampeonato (2011) y tres terceros puestos (1995, 2003, 2007).

A ese dominio aplastante hay que unir además cuatro oros olímpicos, en seis ediciones disputadas.

Además de estar en tres finales consecutivas, su entrenadora Jill Ellis, es la primera que gana dos veces seguidas un Mundial, tanto en categoría femenina como masculina, desde que lo hiciera el italiano Vittorio Pozzo en los años 1930.