En una mañana fresca y despejada, los habitantes del cantón Samborondón llegan a la Unidad Educativa Mercedes de Jesús Molina a ejercer su derecho al voto. Tal es el caso de Isabel Chonana, oriunda de dicho cantón que, a pesar de que el reloj marcaba las 7:15, ella sentía que llegaba tarde.

"Es momento de que Ecuador elija por el bien de todos. Nosotros estamos abandonados y esperamos cambios, pero cambios que se vean y no solo se las hable", expresó Chonana.

Los comicios se desarrollan en un contexto atípico. Primero, la declaratoria de muerte cruzada y a eso se le sumó el asesinato del candidato a la Presidencia Fernando Villavicencio el pasado 9 de agosto. Ante esto, Francisco Terranova, comerciante de Guayaquil, es consciente de que los cambios "no pueden ser rápido, pero sí empezar por una parte".

"No esperamos que sea de golpe porque la situación no lo permite, pero si esperamos un cambio radical en salud, seguridad, educación", agrega.

Él viajó para acompañar a su esposa en un camino que lo denominan "democrático". No falta la sonrisa y el optimismo de cumplir con la patria. Sin embargo, si le hablan de la Asamblea General, dice Terranova con un tono fuerte y determinante, "siempre me han representado bien y hay que seguir con lo que tenemos, pero desde luego, espero que hagan un trabajo digno".

En la Unidad Educativa Mercedes de Jesús Molina se instalaron 18 juntas que arrancaron la jornada electoral " sin novedad" y a la espera de que en el transcurso del tiempo se mantenga igual. Así lo cuenta Melanie Palacios, coordinadora de mesa, quien asesora a los votantes y los encargados del CNE.

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No todo es color de rosa y menos si miramos el panorama de los habitantes de los recintos de Samborondón. Sus rostros se pintan de resignación y sus ojos intentan proyectar tranquilidad. Marixa Villamar, madre de familia y habitante del recinto Los Chijos, se acerca a la Escuela de Educación Básica Inicial Elías Yunez Simón para sufragar. A ella le preocupa las consecuencias que trae el invierno y el abandono de los que son víctimas.

"Mi casa es de caña y cuando llueve estamos a pique. No hay cómo vivir así y solo pasamos adentro. No se busca un buen trabajo, solo que haya porque en el invierno es difícil", argumenta.

Así como en la primera vuelta electoral, los militares resguardaron la seguridad de los recintos. Lo nuevo que resalta a simple vista es en la entrada donde con vallas reubican a los vendedores y agilitan el acceso al colegio en dos espacios: entrada y salida.

Adultos mayores y personas con discapacidad se hicieron presente en ambas instituciones. "La información es oportuna y la preferencia la cumple en totalidad", comenta Wellinthon Valedo, oriundo del recinto "Los Chijos".

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