Enedina Jimenez se gradua de bachiller a los 80 anos

Nunca es tarde para cumplir un sueño; y así lo comprueba la historia de Enedina Adalgisa Jiménez Salazar, quien ayer se graduó de bachiller a los 80 años. En mayo cumplirá 81.

La bachiller recibió su acta de grado y título en el Centro de Educación de Adultos Robert Allan Reed del colegio Americano, donde estudió desde el séptimo básico.

Ella tuvo que esperar 68 años para alcanzar su meta, ya que cuando tenía 12 abandonó sus estudios para cuidar de su madre y hermanos, una vez que su padre falleció.

Después de varios años se casó y se dedicó por completo a la crianza de su hijo Marcos Puruncajas, que hoy tiene 57 años y es ingeniero comercial.

Por insistencia de sus nietos, que estudian en el colegio Americano, e incentivada por una de sus hermanas (son 10), hace siete años ingresó al Centro de Educación de Adultos para retomar sus estudios.

Cada sábado dejaba a un lado los quehaceres domésticos para asistir a clases, donde hasta hace dos años sus maestros fueron los alumnos de II de bachillerato del programa de alfabetización; pero luego tomaron las riendas de la enseñanza los profesores del plantel.

“Fue complicado regresar a las aulas, pero lo hice pensando en mi hijo y nietos. Quiero que ellos se sientan orgullosos de mí”, dijo Enedina a Diario EXPRESO, minutos antes de que empezara la ceremonia de investidura.

Su cabello cano lo cubría un birrete azul, mientras que sus hombros estaban tapados por una capa del mismo color.

Sus ojos se iluminan de alegría al recordar los bonitos momentos compartidos con sus 76 compañeros y profesores.

Pero su rostro se sonroja cuando menciona lo difícil que fue aprender Matemáticas y Lenguaje. “Hubo muchos momentos en que quise retirarme, pero mi familia me animaba a seguir adelante y siempre me ayudaba con la tareas que llevaba a casa”.

Cuando ingresó al salón de actos, donde se desarrollaría la ceremonia, ella fue ovacionada por sus compañeros y directivos del plantel, quienes desearon éxitos a los nuevos bachilleres en las tareas futuras que vayan a emprender.

Al término del evento, su hijo le tomó fotos con todos los recién graduados de los que Enedina era la mayor, pero no la menos entusiasta.

La abuela, como le dicen, tiene correo electrónico, Messenger y hasta Facebook, porque sabe que esa son las herramientas de la globalización.

Por el momento no piensa en seguir una carrera universitaria. “Quiero dedicarme a tejer a vivir tranquila quizás los últimos días de mi vida”, dice sonriendo, mientras recibe el abrazo de sus nietos y bisnietos.