Es un momento totalmente distinto. En menos de dos semanas los presidenciables tendrán el debate electoral de segunda vuelta. Mismo que, según expertos, deberá ser abordado de una manera diferente para poder convertirlo en un catapulta electoral.

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Para ello, según el analista político Pedro Donoso, la nueva estrategia se debe labrar desde antes, en el predebate electoral. “El debate como tal no tiene importancia (...)”, dice, y sostiene que el principal reto de los presidenciables será desmitificar los supuestos creados a partir de sus polémicas declaraciones.

“La segunda vuelta se ha caracterizado por la incapacidad de los candidatos por tener una vocería clara”, sigue, y resalta que el espacio servirá, incluso, para establecer el discurso que los presidenciables quieran apuntalar hacia el balotaje.

Aunque coincide con la importancia de la desmitificación de los candidatos, para el consultor político Jorge León el trabajo de los presidenciables también deberá apuntalar a solventar dudas y afianzarse.

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“Va a ser muy importante que tanto Noboa como González nos expliquen cómo y en cuánto tiempo van hacer sus propuestas”, resalta, y dice que la superficialidad ha sido una constante en los presidenciables desde la primera vuelta.

Sobre esto, él recuerda que tanto el presidenciable de ADN como la del correísmo fueron poco profundos con sus propuestas en el debate de primera vuelta, algo también provocado por el formato del careo, mismo que ha sido modificado por el Comité de Debates.

También sostiene que la actitud que tomen ambos candidatos en el careo de segunda vuelta será muy importante para sintonizarse con el electorado. Sobre todo, en evitar caer en las confrontaciones, algo que la ciudadanía ha empezado a desaprobar en la clase política.

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“A Daniel Noboa (candidato de la alianza Acción Democrática Nacional) no le convendría tomar una actitud confortativa”, dice León y recuerda que ese rasgo fue uno de los más destacados en el careo presidencial de la primera vuelta electoral y que lo diferenció del resto de presidenciables.

Del mismo modo, sostiene que el escudo de ‘nosotros ya lo hicimos’ de la presidenciable del correísmo, Luisa González, no tendría efecto e, incluso, la podría perjudicar si no adapta su discurso a la realidad que enfrenta el Ecuador. Tampoco debería caer en la confrontación con el candidato Noboa.

Aunque la confrontación entre los presidenciables podría ser un elemento que ponga en jaque a ambas candidaturas, Donoso cree que el “roce de ideas” es propio de un debate y que podría ayudar a estimular el desarrollo de las propuestas de los candidatos. “Ahí el mejor ataque será la defensa”, dice.

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Este elemento, según continúa el consultor político, incluso podría ayudarlos en la desmitificación de sus perfiles y estructurar discursos que mermen la otra candidatura a miras del día de la segunda vuelta electoral. Quien logre ese cambio de ‘chip’, según León y Donoso, estará más cerca del Palacio de Carondelet.

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