Lo que recibieron y gastaron los binomios presidenciales en la primera vuelta electoral se empieza a clarificar a algo más de un mes de los comicios del 20 de agosto pasado. En la página web del Consejo Nacional Electoral (CNE) están publicados hasta el momento siete reportes y falta uno: el de Bolívar Armijos, que corrió por el movimiento Amigo.

Los informes se refieren a los aportes que obtuvieron, entre el 18 de junio y el 17 de agosto, los candidatos de parte de personas naturales (no empresas) con los cuales podían financiar recorridos, actos proselitistas y cualquier otro evento inmerso en una campaña política. El CNE definió en 5,3 millones de dólares el techo del gasto para esa elección.

Según los reportes, el que más se acercó a la cifra fue Fernando Villavicencio (Construye), asesinado el 9 de agosto, por lo que fue reemplazado por Christian Zurita, con 3,4 millones de dólares. En la otra orilla está Xavier Hervas (RETO) que, según los documentos, recibió y gastó 210 mil dólares en esta campaña.

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El Código de la Democracia señala que estos informes se deben entregar cada 15 días hasta que finalice el proceso electoral, pero no todos se acogieron a esa periodicidad en la primera vuelta e ingresaron la información semanas después de los comicios, a excepción de Armijos que no refleja información alguna hasta el momento.

Otra cosa que llama la atención es que todos los binomios salieron ‘tablas’ en aportes y gastos. Es decir, que aseguran que gastaron cada centavo que recibieron. Por ejemplo, Yaku Pérez, de la alianza Claro que se puede, reporta haber recibido 600 mil dólares cerrados y que gastó esa misma cantidad. Lo mismo Jan Topic, de la alianza Por un país sin miedo que informó haberse gastado los $ 1’509.100 que ingresaron a su campaña.

En el caso de los dos finalistas en la carrera por la Presidencia de la República, Luisa González y Daniel Noboa se marcan algunas diferencias. Los responsables de la campaña correísta informaron que en primera vuelta tuvieron ingresos de algo más de 1,8 millones de dólares y gastos iguales (ver gráfico).

Parte de esos recursos llegaron de 64 personas que en efectivo o en especies aportaron a la campaña de la Revolución Ciudadana. La mayoría no son nombres conocidos y se identifican como personas en relación de dependencia, salvo el del candidato a la vicepresidencia Andrés Arauz que reporta un apoyo de algo más de cinco mil dólares en especie para el cierre de campaña.

En tanto que, para la campaña de Daniel Noboa Azin, de la alianza ADN, el aportante más recurrente en primera vuelta, de los diecinueve que tuvo, fue el propio Daniel Noboa Azin que puso en efectivo ($ 180.500) y en especies ($ 7.200), esto último específicamente en publicidad para las redes sociales.

El mayor rubro en el que gastó los recursos la campaña de Luisa González fue en la elaboración de artículos promocionales, imprenta y reproducciones (1,5 millones de dólares). En el mismo rubro Daniel Noboa invirtió 250.000, siendo su mayor gasto.

Un filtro que toma su tiempo

Lo que dicen los partidos no es la última palabra. Hasta 90 días después de la elección los responsables de las cuentas de campaña tienen para presentar los respaldos de lo que ha sido informado de forma quincenal.

Las facturas, recibos, información de los aportantes y todo documento de justificación debe ser contrastado por el área de Fiscalización y Control del Gasto Electoral del Consejo Nacional Electoral (CNE) con el apoyo de entidades de control.

Para tener una resolución en firme, el organismo electoral cuenta hasta con dos años, tiempo que, para muchos, es excesivo.

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