
Edgar Pinzon: “La planta de desechos tiene una capacidad muy pequena”
Guayaquil genera alrededor de 13 a 15 toneladas de desecho hospitalario al día. De esa cifra, 11 se van a Gadere, que cobra de $ 8 a $ 10 el tratamiento de cada kilo, para luego devolverlo como basura común al botadero.
Creada en 2003, Gadere opera en Ecuador desde finales de 2005. Es la compañía que las autoridades señalan como “el gestor autorizado” cuando se habla de desechos hospitalarios. Tiene su planta en Petrillo. Su presidente, Édgar Pinzón, explica a este Diario cuál es el rol de la empresa en la ciudad y aprovecha, además, para aclarar que no es el único gestor que existe en el mercado, aunque, por cifras, se demuestre que, en cambio, sí es el principal.
- ¿Hubo un convenio con alguna entidad pública para operar en Guayaquil?
- Ninguno. Somos una empresa privada que se especializa en gestión adecuada de residuos especiales y peligrosos. En el marco legal local, este trabajo es responsabilidad del generador. Nosotros les ofrecemos el servicio y competimos en el libre mercado. Hay otros gestores. Gadere no es el único ni tiene ningún tipo de concesión con nadie.
- ¿Con cuántas compañías tiene contrato para desechos hospitalarios en esta ciudad?
- Entre 1.500 y 2.000 instituciones de salud (casi el total de las existentes en la urbe). Desde un generador de un kilo hasta hospitales de 500.
- ¿Puede nombrar algunos?
- Clínicas Kennedy, Alcívar y Solca, y los hospitales del Niño, Guayaquil y Universitario. Estos grandes representan solo el 20 % de desechos. La mayoría de estos los generan los establecimientos más pequeños.
- ¿Cuánto se lleva la compañía a tratar a la planta en Petrillo a diario?
- Cerca de once toneladas.
- ¿Y cuál es el costo del servicio que ofrece?
- Eso depende de la generación y el tipo de residuo. Los establecimientos pagan mensualmente una media de entre 80 centavos y un poco más de un dólar por kilo.
- ¿Con cuánta frecuencia entregan el material tratado al relleno sanitario?
- Todos los días. Excepto los domingos. Es un ciclo continuo. No para.
- Guayaquil tiene una planta de tratamiento inactiva (que costó 2,6 millones de dólares). El Municipio y el Ministerio de Salud se endosan la operación de la misma. ¿Qué opina?
- Ambas entidades tienen sus argumentos. No veo la razón por la que no se pueda encontrar una solución. Eso sí, la planta de desechos tiene una capacidad muy pequeña (apenas de 1,5 toneladas por día, cuando Guayaquil genera alrededor de 15).
- ¿Nunca recibió la oferta de poder operar la planta?
- Formalmente no. Sin embargo, es preciso comprender que para tratar desechos de este tipo, una máquina como esta no lo es todo. Existe también la incineración y la trituración. Todas las tecnologías son importantes para los distintos tipos de residuos que se generan.
- ¿Qué puede entrar en una planta de este tipo?
- Guantes, gasas, algodones... El grueso del material absorbente. Pero no deben entrar, por ejemplo, líquidos, fluidos, partes humanas, pues le costará mucho esterilizar. Un autoclave como el que existe no le hará nada a un reactivo químico, tampoco a jarabes o pastillas, que deben destruirse con un proceso de trituración. No es técnico, ético ni estético mezclar todos los residuos en una sola máquina.
- ¿Cuáles son los puntos críticos que halla en el tema de los desechos hospitalarios?
- La ley faculta a las empresas a tratar sus residuos, pero difícilmente estas puedan aplicar todos los tipos de tratamientos necesarios.