El sector petrolero no logra levantar cabeza. El 2024 tampoco ha sido un buen año para este segmento clave para la economía ecuatoriana. A fines de 2023, la producción diaria llegó a superar los 490 mil barriles por día (bpd). Actualmente, el bombeo de crudo está en los 486 mil bpd, similar al promedio de todo el año pasado, de acuerdo a cifras del Banco Central del Ecuador (BCE).

Para la ministra de Energía, Andrea Arrobo, más que una caída en la producción hay problemas en el despacho del petróleo. “Hemos encontrado reservas que están siendo almacenadas y no están siendo despachadas, que está dando la visualización de una baja en la producción petrolera”, dijo a EXPRESO, en días pasados, la titular de la cartera de Estado.

Se espera que la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales no Renovables corrija las cifras para “recuperar en números” la producción de crudo.

Más allá de las cifras actuales, el Gobierno se ha planteado el objetivo de terminar el actual período, que concluye en mayo de 2025, con una producción petrolera de 550 mil bpd. ¿De dónde saldrán los más de 60 mil bpd para lograr ese objetivo?

La ministra de Energía señaló que presentarán, en 15 días, a través de la página web de la cartera de Estado, el Plan de Incremento de la Producción Petrolera, pero adelanta que ese mayor bombeo de petróleo tiene que ver con la renovación de contratos con petroleras privadas, que permitirán “que las empresas hagan las perforaciones y así aumentar más rápido la producción”. Además, la aplicación de esquemas de pozos cerrados, que permitiría también aumentar el bombeo de crudo. Finalmente, la licitación de campos petroleros, lo cual estará publicado en el plan de la cartera de Estado, que incluye la Ronda Petrolera Sur Oriente.

“Hay varios contratos que tenemos que renovarlos. Justamente Gran Tierra (Energy), en los bloques 50 y 51 está haciendo nuevas perforaciones para incrementar la producción petrolera”, dijo Arrobo.

Incluso no está descartada una posible licitación del campo Sacha (provincia de Orellana), el de mayor producción en el país, considerado “la joya de la corona” (79 mil bpd), a manos privadas. Si sale a licitación “se terminará de detallar    en el Plan de Incremento de la Producción Petrolera”. “Sacha realmente necesita una muy buena inversión. Es la joya de la corona, tenemos un muy buen petróleo ahí. Hay que darle la prioridad que se merece”, añadió.

En días pasados,    el Estado ecuatoriano extendió el contrato petrolero a la china Andes Petroleum para Tarapoa (Sucumbíos) hasta 2040, que implicará una inversión de 163 millones de dólares. Se esperan unos 700 millones de dólares en total en 2024 por la renegociación de los contratos en siete campos petroleros.

Un factor clave para que el Gobierno de Noboa llegue a los 550 mil bpd en mayo de 2025 será el no cierre del Bloque 43-ITT, como se dispuso tras la consulta popular de agosto de 2023, que implicaría 52 mil barriles menos de petróleo. La titular de la cartera de Energía aseguró que mantendrá su postura de cerrar el bloque petrolero en un plazo de cinco o seis años.    Actualmente, el Ministerio de Energía y representantes de otras carteras    dialogan con la Corte Constitucional para presentar los    escenarios que implicará el cierre del ITT; se presentará un informe hasta el 31 de agosto de 2024. El costo de todo el desmonte de la infraestructura alcanza los 1.000 millones de dólares, según Arrobo.

Para Gonzalo González, presidente de la Comisión Petrolera del Ecuador, si la operación se queda en manos de Petroecuador, la meta del Gobierno no será alcanzable. La vía para conseguirlo sería delegar al sector privado.

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