“Hay que cotizar cuánto cuesta un generador de energía porque parece que esto va para largo”, le decía ayer un empresario de la construcción a otro, en medio de una reunión del sector que se desarrolló en Quito.

El sector productivo comienza a hacer números y a buscar la manera de navegar en medio de la crisis energética, que ahora luce de grandes proporciones. Las empresas “apagan incendios”: buscan resolver aspectos operativos, jornadas laborales y todavía no se atreven a hacer números de pérdidas, pero anticipan que la situación complicará sus ventas o ingresos.

La magnitud de la crisis obligó al presidente de la República, Daniel Noboa, a suspender dos días laborales en los sectores público y privado: este jueves 18 y viernes 19 de abril de 2024. Esos días, dijo el Gobierno, los sectores estratégicos estarán operativos y enfocados al 100 % en la tarea de la resolución de la crisis energética.

En esos días se efectuarán mantenimientos en las plantas eléctricas, lo que implicará el racionamiento energético en horarios determinados inamovible, dijo el comunicado oficial.

“No hay mucha claridad de este decreto ejecutivo, del alcance de la jornada laboral. No se sabe bien si las empresas van a poder trabajar mañana (18 de abril) y pasado mañana (19 de abril) en acuerdo con sus trabajadores. No se sabe si puedas trabajar, siempre que tengas autogeneración de energía. Tampoco se sabe qué tipo de régimen salarial aplica si se trabaja mañana”, aseguró David Molina, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae).

Según Molina, el sector empresarial esperaba resolver todas esas dudas a través de resoluciones del Ministerio de Trabajo, que serían emitidas la tarde o noche de este 17 de abril de 2024. 

“Lo que más preocupa es esa incertidumbre. Un día se anuncia que los apagones van a ser por tres horas, terminan siendo cinco. Te dicen que los apagones van a ser en la mañana, terminan siendo en la tarde”, añadió el titular de la Cinae.

“Esto, además de generar costos, demoras, inconvenientes en nuestras cadenas, genera mucha molestia e incomodidad a todos los trabajadores y miembros del sector”, dijo José Antonio Hidalgo, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE).

Para el titular de AEBE, los apagones generarán retrasos en sus procesos productivos y pérdidas que deberán ir cuantificando en los próximos días. “Estamos levantando información de los horarios más productivos para nosotros para que se prioricen esas horas”, añadió Hidalgo.

“Ha sido un golpe fuerte. Hemos tenido cancelación de reservaciones en nuestros restaurantes (...) algunos vamos a invertir en plantas eléctricas, otros van a alquilar plantas eléctricas”, aseguró Leandro Buratovich, presidente de la Asociación de Restaurantes de Pichincha.

Para este segmento económico, los cortes de luz representan un “golpe letal” superior al toque de queda, que fue decretado por el presidente Noboa en enero por la crisis de seguridad que también atraviesa el país.

El panorama es complicado. Noboa transparentó el escenario y lo califica de crítico con récords históricos en escasez de agua en las hidroeléctricas. Por ejemplo, Mazar y Paute registran un nivel de almacenamiento operativo de 0 % en Mazar; y de 4 % en Paute. Asimismo, el caudal en la central Coca Codo Sinclair registró un déficit del 40 % con respecto al promedio histórico.

Esos problemas han sido ocultados por la exministra de Energía, Andrea Arrobo, según el discurso oficial. “Ocultaron intencionalmente información crucial para el funcionamiento del sistema nacional energético. Estas primeras investigaciones indican que se suprimieron y deshicieron advertencias y alertas al Comité de Crisis Energética, con el propósito de que esta grave situación no sea conocida para la toma de decisiones oportunas”.

Con esos antecedentes, el secretario jurídico de la Presidencia, Arturo Félix Wong, presentó una denuncia ante la Fiscalía en contra de Arrobo y 21 exfuncionarios más.

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