Industrias temen al ‘apuro’ de negociar un acuerdo con China
El Gobierno se ha planteado firmar el tratado comercial en máximo ocho meses. Sectores mencionan que es una desventaja. Los diálogos se inician este mes
Ecuador quiere caminar raudo. El Gobierno ya ha nombrado el jefe del equipo negociador para el acuerdo comercial con China y está listo el cuarto adjunto, la instancia conformada por empresarios para enterarse sobre las conversaciones.
Todo ello para iniciar oficialmente las negociaciones con el gigante asiático este mes y sellar un acuerdo comercial entre octubre y noviembre de 2022, según información del mismo Gobierno y los empresarios.
Ocho meses parecen un plazo que puede ser poco, pero nos debemos organizar para poderlo cumplir de la manera adecuada. Para eso es clave el cuarto adjunto.
Ese mismo cronograma es una de las preocupaciones del sector industrial: que la búsqueda por suscribir un tratado de libre comercio con prontitud se convierta en una debilidad a la hora de negociar. A países como Perú y Chile las negociaciones les han tomado entre dos y tres años, argumentan los industriales.
“No es una estrategia ganadora. Más bien es una estrategia que pone contra las cuerdas al equipo negociador, frente a la presión política de cerrar un acuerdo por orden presidencial en el mes de octubre. La principal preocupación que tenemos es que terminen cerrando una negociación sin que esta sea la adecuada”, aseguró David Molina, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Automotriz de Ecuador (Cinae).
En semanas anteriores, el colectivo Ecuador Industrial, conformado por 10 gremios empresariales de los rubros metalmecánico, de ensamblaje de autos, de fabricación de zapatos, textil, de plásticos y otros, enviaron una carta al presidente Guillermo Lasso con sus preocupaciones.
Autoimponernos eso de entrada ya es un error, porque las negociaciones deben durar el tiempo que sea necesario para llegar a la mejor negociación posible para nuestro país.
El colectivo le dijo al mandatario que si bien están de acuerdo con negociar un acuerdo comercial con China, les inquietan temas como la situación laboral del país asiático, que es asimétrica frente a Ecuador.
“En China hay casos de explotación laboral, en China hay casos de contaminación, de subvenciones prohibidas”, dijo Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industrias Textiles del Ecuador (AITE), uno de los gremios que pertenecen a Ecuador Industrial.
En ese contexto, plantean al Gobierno reconocer a los sectores industriales como “ultra sensibles”, de forma similar que a la agricultura, en las negociaciones. Y proponen periodos más extensos para la desgravación de productos chinos que ingresen al país.
El Gobierno cae de nuevo en la mala estrategia de ponerle una fecha de cierre a una negociación que ni siquiera ha empezado. Todavía no sabemos los términos de negociación.
“Pueden ser los plazos que se establecieron en el acuerdo comercial con el EFTA, en donde el sector industrial consiguió plazos de hasta 17 años”, indicó Molina.
Al ser consultado sobre los cuestionamientos de los sectores industriales, el Ministerio de Producción y Comercio Exterior señaló a este Diario que los plazos se coordinan y acuerdan entre los dos gobiernos y sus representantes.
“Toda negociación tiene plazos referenciales y se debe avanzar dentro de los tiempos que sean necesarios y que conlleve definir los aspectos y temas pendientes, pero también con la agilidad necesaria, que no demorará años para cerrar un acuerdo”, respondió la cartera de Estado.
Miguel Ángel González, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG), quien está al frente del cuarto adjunto del acuerdo comercial con China, aseguró que al momento se están identificando los sectores sensibles y aquellos en los que el país presenta fortalezas.
También se están definiendo coordinadores del sector empresarial para las mesas negociadoras, como acceso a mercados, inversiones, certificados de origen, entre otros aspectos.
“Es verdad que en algunos países como Perú les ha tomado más tiempo, pero también es cierto que Ecuador tiene una voluntad férrea de firmar los acuerdos (...) Quizás no había ese sentido de urgencia en esos países”, sostuvo González.
