Ante el anuncio que hizo el ministro de Agricultura y Ganadería, Eduardo Izaguirre, de que llegarán 30.000 toneladas de arroz, para bajar el precio que se ha duplicado, se vende hasta $ 62; hay apoyo pero también hay rechazo a la medida.

El ministro aseguró que está pensando en la afectación que hay en este momento para el cliente final. “Se debe regresar a vender el saco hasta unos $ 35 y si es necesario la importación será de unas 120.000 toneladas”, dijo Izaguirre. La acción es apoyada por los industriales.

Pero Juan Pablo Zúñiga, presidente de la Corporación de Industriales Arroceros del Ecuador (Corpcom), explicó a Diario EXPRESO que aún está por determinarse la cantidad de arroz que pueda vender Colombia, porque no es un país exportador de la graminea, más bien es importador. Entonces se ha pedido que también se analice la opción de comprar el alimento a Uruguay, Brasil o Argentina.

Aunque Zúñiga aseguró de que no se va a importar más de lo que se necesite y que están comprometidos a comprar la producción nacional, cuando salga la cosecha de verano, hay total rechazo de los agricultores a la importación del arroz.

“Vamos a hacer primero marchas pacíficas, si es necesario cerrar vías. Queremos hablar con el presidente Guillermo Lasso”, indicó Javier Vargas, presidente de la Asociación de Arroceros de Babahoyo. Es una postura que apoya Santa Lucía, dijo Alexandra Plúas, vocera del Frente Agrícola y Ganadera de Santa Lucía.

Aseguran que en producción normal cada año el sobrante era de unas 160.000 toneladas y por eso Ecuador era exportador de arroz. Los agricultores afirman que son las piladoras las que quieren tener más arroz, para así comprar más barata la saca del alimento en cáscara.

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