El anuncio de un próximo acuerdo comercial con China desafía a Ecuador a prepararse para concretar nuevos negocios con este país que, por su tamaño y gran dinámica empresarial, es considerado la fábrica del mundo. Y ante ello, la Cámara de Comercio Ecuatoriano China toma la batuta de abrir un ciclo de ferias y eventos previos, que marcarán la ruta de cómo acercarse al gigante asiático.

Para este jueves 19 de mayo, en Guayaquil, se llevará a cabo el ExpoChina Business 2022, donde más de 50 empresas tendrán la tarea de identificar a nuevos proveedores e importadores que quieran acercarse a este mercado. Gustavo Cáceres, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio Ecuatoriano-China, señaló que se trata de un evento local que busca ser un punto de encuentro “con empresas que nos asesoren, que nos puedan ayudar a comprar o vender nuestros productos”, dijo.

El evento, que se realizará en el Centro de Convenciones de forma gratuita, tendrá un ciclo de 11 conferencias, donde se abordarán varios temas vinculados a la exportación e importación,  todo lo que como empresarios deben conocer para entablar negocios con el país más poblado del mundo.

La ExpoChina 2022 servirá de antesala de la Cumbre Chino Latinoamericana, el evento más importante entre ese país y la región que será realizado en Guayaquil, desde el 30 de noviembre hasta el 10 de diciembre, mes en el que autoridades de ambos países esperan la concreción de la firma de un acuerdo comercial.

Para Cáceres, el país no debe esperar a que este tratado sea firmado para  decidirse a fortalecer el intercambio comercial. El dirigente gremial admite que fijar diciembre como una fecha tope para finiquitar un acuerdo puede ser ambicioso, pero él recuerda que en estos procesos eso apenas podría significar una fecha referencial. Como Cámara, dice, apoyarán un proceso en el cual todos los temas estén bien negociados y seas positivos para ambas partes.

Reconoce los temores que tiene la industria local, al tener que competir con un gigante como China, pero recuerda los mecanismos que ya han empleado otros países para evitar un efecto negativo en el mercado. Cuando Perú tuvo que firmar su acuerdo con China, cuenta, lo hizo protegiendo a su industria textil, a través de una desgravación de aranceles por el lapso de 17 años.

Algo parecido, dice, podría replicarse acá, en sectores como el textilero, de cerámica y vehículos. “Sectores que deben empezar a tener un mayor apoyo por parte del Gobierno, para optimizarse, modernizarse, ser más competitivos o, en el peor de los casos, ver cómo migran a otro tipo de negocio porque el acuerdo para la gran mayoría será algo positivo”.

Cáceres cita las mejores oportunidades que tendrán productos como el banano, la pitahaya o el mismo camarón. "Solo el sector bananero aspira a, en dos 2 años de firmado el acuerdo, poder duplicar sus venta, pasar de 25 millones a más de 50 millones de cajas al año".