El verde predomina en las flamantes instalaciones de Schneider Electric en el centro corporativo de moda en Quito: el Ekopark. La compañía de los sectores de energía e infraestructura, que proporciona equipos para redes de distribución y optimización eléctrica y automatización industrial, inauguró sus nuevas oficinas como parte de su proyecto de intensificar sus operaciones en el país, activas desde hace 15 años.

Tras el corte de la cinta -por supuesto, verde-, Daniel Garrido, gerente General de la multinacional francesa en Ecuador, conversó sobre el alcance de este paso, no sin antes anunciar que las oficinas en Guayaquil también se encuentran en un proceso de renovación y que, con ello, los 35 colaboradores en el territorio nacional arrancan una nueva era, de la mano de su eslogan ‘Life is on’. 

“Hoy damos la bienvenida al futuro. Somos una de las empresas más grandes en automatización y gestión eficiente de la energía. Combinamos tecnologías energéticas, automatización en tiempo real, software y servicios para hogares, edificios, centros de datos, infraestructuras e industria. Estamos ávidos de contar con talento ecuatoriano, capaz de marcar la diferencia. De hecho, desde Ecuador ya hemos exportado talento hacia Perú, República Checa y Alemania”.

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Según Garrido, hay grandes oportunidades, especialmente con la Ley de Eficiencia Energética, que determina que para 2025 será mandatoria para las empresas la incorporación de prácticas de sostenibilidad en sus operaciones. “El potencial es inmenso, estamos recién en la punta del iceberg. Hay organizaciones que están entrando en esta dinámica, porque asumen los lineamientos de sus matrices en en extrerior, y otras que ven realmente la necesidad de ser más eficientes y de alinearse con el cuidado al medio ambiente. Un ejemplo es la industria camaronera, donde las empresas se están moviendo del uso intensivo de diésel hacia la electrificación. De esta forma, generan mayor eficiencia, mejoran su huella de carbono y alcanzan una mayor productividad”.

Además, el ejecutivo explica que actualmente en el mundo por cada tres unidades de energía que se producen solo se transmite una. “O sea, dos tercios de lo que se produce se desperdicia. El reto es optimizar todo, desde la fuente de generación. Para lograrlo es necesario que haya energías alternativas, pero también que se optimice toda la cadena de distribución para que lo que se produzca sea más eficiente. Si a esto mezclamos Inteligencia Artificial el potencial es gigantesco. Las tecnologías han evolucionado mucho y ahora, con costos razonables, incluso con retorno de inversión, se pueden hacer proyectos de mejora y eficiencia energética. A medida que podamos ser más eficientes vamos a tener un buen impacto en el negocio”.

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